Redacción. Un hondureño identificado como Arón Morazán Izaguirre fue arrestado el pasado 25 de abril en un complejo de apartamentos en Orlando, Florida, luego de que una investigación federal confirmara su reingreso ilegal a Estados Unidos.
La captura la anunció el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), que lo acusa de haber ingresado al país tras haber salido deportado años atrás.
A Morazán Izaguirre lo detuvo originalmente la Patrulla Fronteriza en California en 2019, cuando ingresó de forma irregular. Tras su proceso, lo deportaron a Honduras, pero las autoridades federales descubrieron que volvió a pisar suelo estadounidense y logró establecerse en Orlando.
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Las huellas lo delataron
De acuerdo con una denuncia penal interpuesta por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), a Arón lo identificaron como miembro de la pandilla Calle 18, una organización criminal conocida por su violencia y presencia en varios países de Centroamérica y Estados Unidos. La denuncia indica que el 19 de enero de 2025, Morazán presentó una solicitud de visa federal con el objetivo de regularizar su estatus migratorio.
Sin embargo, no previó que el proceso requería la entrega de sus huellas dactilares, las cuales analizó la Oficina de Detección de Fraudes y Seguridad Nacional (FDNS). Esta dependencia alertó de inmediato a los investigadores tras detectar coincidencias con sus registros previos y su afiliación a pandillas.
!Morazán-Izaguirre fue clasificado como una grave preocupación para la seguridad pública», se lee en la denuncia federal. A partir de ese hallazgo, las autoridades iniciaron una investigación para localizarlo físicamente, lo que finalmente condujo a su detención en Orlando.
ICE informó este jueves que el hondureño está acusado formalmente por el delito de reingreso ilegal a Estados Unidos como “extranjero deportado”. Este cargo federal puede acarrear años de prisión, especialmente si hay antecedentes criminales o vínculos con organizaciones delictivas como en este caso.