Capturan a empresario ligado a casos de corrupción

El empresario Enrique Rais fue capturado bajo cargos de "falsesdad ideológica y fraude". Rais es una figura polémica en El Salvador, desde donde opera una flota de aviones privados que fueron usados por figuras como el exfiscal general de El Salvador, Luis Martínez, el expresidente salvadoreño Mauricio Funes y el expresidente de Honduras, Pepe Lobo.

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Enrique Rais (el de corbata roja) es el empresario acusado por las autoridades.

REDACCIÓN. El empresario salvadoreño Enrique Rais y su sobrino, Hugo Blanco, fueron detenidos la tarde de este lunes en las instalaciones de la Fiscalía General por la Policía Nacional Civil (PNC), por supuesta falsedad ideológica y fraude.

Rais, quien anunció sus intenciones de competir por la presidencia de El Salvador, es una persona de interés para las autoridades estadounidenses, que evalúan sus nexos con el narcotráfico y una importante red de lavado de dinero, presuntamente encabezada por el misterioso Comandante Ramiro, uno de los principales jefes del gobernante FMLN.

Rais cayó en el radar de la Agencia Antidroga de Estados Unidos (DEA) este año, cuando tres aviones y un helicóptero, registrados a su nombre, fueron incautados temporalmente en el condado Martin, Florida. Las autoridades habían sido alertadas de que las aeronaves volaban por rutas favorecidas por narcotraficantes y luego lograron comprobar que al menos uno de ellos había sido modificado para transportar droga.

Pero no es solo la DEA la que se encuentra tras la pista del empresario, quien está siendo descrito por algunos medios locales como el Donald Trump salvadoreño.

El senador por Florida Marco Rubio describió a Rais como “socio” del Comandante Ramiro (José Luis Merino), en una carta dirigida al secretario del Tesoro, Jacob Lew, en la que solicitaba la aplicación de sanciones contra el hombre fuerte del FMLN.

“Encuentro difícil de entender por qué no han sido impuestas sanciones financieras contra individuos en El Salvador, como José Luis Merino, cuya participación en conseguir armas y en lavar dinero a favor de organizaciones guerrilleras colombianas y corruptos emprendimientos de Venezuela son bien conocidos”, manifestó Rubio en una carta con fecha del 2 de agosto.

Las aeronaves —un Lear Jet 31a, un Bombardier CL-600, un Cessna 425, y un helicóptero Robisnon R44-1— fueron posteriormente liberadas tras el pago de una multa de $20,000, en una decisión de una jueza del condado, que sorprendió a los funcionarios de la DEA y de la oficina de Sheriff que llevaban el caso, dijo a el Nuevo Herald una persona familiarizada con la situación. “Esa decisión fue tomada sin consultar a la DEA […] y generó mucho malestar”, dijo la fuente.

En los documentos presentados para solicitar la confiscación de las aeronaves, los investigadores notificaron a la Corte que el empresario salvadoreño estaba siendo investigado por las autoridades federales de Estados Unidos.

“Rais […], desde el inicio de la investigación, había sido designado como objetivo de prioridad por la DEA y sujeto de una investigación internacional, dado sus vínculos con grupos del crimen organizado, compañías de maletín, carteles y políticos corruptos identificados en el escándalo de los Papeles de Panamá”, manifiesta el documento.

“Detectives de la Oficina del Sheriff también descubrieron que Rais tiene vínculos con José Salazar-Umana, aka Chepe Diablo, quien ha sido designado como un capo del narcotráfico internacional […], por su participación con el salvadoreño Cartel de Texis”, agregó el documento.

Según el documento, Rais ha sido dueño y ha operado por lo menos siete aeronaves registradas en Estados Unidos, bajo la compañía Aviators II LLC.

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Cinco de las naves fueron exportadas a El Salvador casi inmediatamente después de haber sido registradas con matrículas estadounidenses, lo cual despertó el interés de los investigadores.

“Las aeronaves registradas en Estados Unidos, singularmente identificadas con el número N, son normalmente codiciadas por las organizaciones de narcotráfico de Centro y Sudamérica debido a que despiertan menos atención por parte de la seguridad de los aeropuertos”, señaló el documento.

Pero fueron los planes de vuelo de una esas aeronaves , que seguía una ruta conocida de narcotráfico, los que llevaron a las autoridades a realizar una requisa de la aeronave y en la que terminaron confirmando sus sospechas, luego de que un perro entrenado encontró rastros de droga.

“K9-Oscar [el perro] dio indicaciones positivas en la zona posterior de carga. Oscar apuntó hacia el panel del piso del closet y hacia un asiento colocado en frente”, señala el informe.

Los agentes también descubrieron que la aeronave había sido modificada para el transporte de droga, reportando que más de la mitad de los asientos habían sido removidos.

Los abogados de Rais, que consiguieron la liberación de las aeronaves, insistieron desde el inicio en que el empresario no había cometido ningún delito y resaltaron que las autoridades al final no habían presentado cargos formales contra él.

“El Grupo Rais ni José Enrique Rais o algunos de sus asociados han cometido ningun crimen, y en consecuencia niegan cualquier acusación”, manifestó el abogado del empresario Jonathan David, en declaraciones publicadas por el sitio de internet especializado InSight Crime.

Rais es un empresario influyente en El Salvador, con estrechos lazos con el exfiscal General de la República y con altos funcionarios de gobierno de distintos países, además controla la firma de manejo de desechos sólidos Manejo Integral de Desechos Sólidos de El Salvador (MIDES), que recibe subsidios públicos y que se ha beneficiado de contratos gubernamentales por más de una década.

Fuente: El Salvador.com y El Nuevo Herald