Choloma. Las autoridades policiales, en coordinación con el Ministerio Público (MP), han procedido a la detención de Iván Abad Velásquez Castro, gerente general de Koriun Inversiones.
Esta acción se enmarca dentro de una investigación en curso sobre un presunto esquema irregular de captación de fondos. Según el MP, podría estar vinculado a una red criminal de mayor envergadura.
«El Ministerio Público informó que, ante indicios de que detrás de este mecanismo irregular de captación de fondos opera una red criminal vinculada a hechos delictivos graves que están bajo investigación, se ha ordenado la captura del señor Iván Abad Velásquez Castro, gerente de Koriun Inversiones», indicó el MP.
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Desesperación
Por otro lado, una mujer, con lágrimas en los ojos, relató cómo invirtió en Koriun los únicos ahorros que poseía, una suma considerable que asciende a 200,000 lempiras. Con la voz entrecortada, explicó que depositó el dinero hace apenas tres meses, con la esperanza de obtener algún rendimiento que le permitiera mejorar su calidad de vida. Ahora, la detención del gerente y la investigación en curso la han sumido en la desesperación.
«Era dinero prestado lo que tenía ahí», lamentó María, una de las afectadas. Ella reflejó la angustiosa situación de muchas familias que confiaron sus recursos a Koriun. También, añadió que su familia lleva tres semanas sin poder alimentarse adecuadamente, ya que dependían de los supuestos beneficios que les prometía la empresa para su sustento diario.
Asimismo, la creciente indignación generó un impacto en la vida cotidiana. En las últimas horas, se ha reportado el bloqueo de importantes vías de circulación. Los buses de la ruta San Carlos-Terminal de San Pedro Sula (SPS) se vieron obligados a suspender sus operaciones debido al significativo embotellamiento que se generó frente a las instalaciones de Koriun en Choloma.
La detención del gerente de Koriun ha desatado una ola de incertidumbre y temor entre los inversionistas.
Específicamente, los afectados exigen respuestas claras por parte de las autoridades. El llamado a la justicia y la exigencia de la devolución de sus fondos perdidos se han convertido en el clamor unánime de una comunidad que se siente engañada y vulnerable.
