Redacción. Agentes de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), con el apoyo de la Dirección Nacional de Prevención y Seguridad Comunitaria (DNPSC), arrestaron a un hombre de 33 años acusado de abusar sexualmente de su sobrino de seis años.
La detención se llevó a cabo en el barrio El Copen, en cumplimiento de una orden judicial emitida el 28 de abril de 2025 por el Juzgado de Letras de Puerto Cortés. El individuo, originario y residente de la aldea El Guayabo, Copán, es señalado por el delito de violación en concurso real.
De acuerdo a las investigaciones, el acusado, quien es tío de la víctima, aprovechaba los momentos en que el menor y su hermana se quedaban solos en casa para llevar al niño a una vivienda abandonada. Se presume que, bajo amenazas, abusaba sexualmente de él.

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Tras recibir la denuncia, la DPI inició una investigación que culminó con la identificación y captura del sospechoso. El detenido ya está a disposición del juzgado que solicitó su arresto para continuar con los procedimientos legales correspondientes.
¿Con quién es seguro dejar a nuestros hijos?
Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), los niños tienen el derecho fundamental a crecer en un entorno libre de violencia, explotación y abuso. Este derecho implica una responsabilidad directa para quienes los rodean. Padres, madres, cuidadores, docentes y cualquier persona encargada de su bienestar deben actuar con diligencia para protegerlos.
Por eso resulta fundamental que, quienes asumen el cuidado de un menor, pasen por un proceso de evaluación que permita confirmar su capacidad para ofrecer un ambiente seguro, estable y afectivo.
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UNICEF aconseja a padres y cuidadores que se mantengan atentos a las señales que los niños pueden mostrar cuando algo no está bien. A veces, los menores no expresan el malestar con palabras, pero lo manifiestan a través de su comportamiento. Un cambio repentino en su actitud, el rechazo hacia ciertas personas, el miedo injustificado o la ansiedad al estar en determinados lugares pueden ser señales de alerta. Ante estos signos, los adultos deben actuar de inmediato, indagar con cuidado y buscar apoyo profesional si es necesario.
