Redacción. La reciente cancelación del Estatus de Protección Temporal (TPS) para Honduras podría tener un impacto directo y significativo en la captación de remesas que el país recibe, un pilar fundamental de su economía.
El economista hondureño Ismael Zepeda comentó al medio de comunicación TN5 que esta medida podría traducirse en una pérdida anual, la cual puede ascender a aproximadamente 300 millones de dólares. «Tomando en promedio que se envían 500 dólares mensuales a las familias que lo reciben», explicó el experto. Otros analistas, incluso, elevan esta proyección, sugiriendo que la decisión podría afectar el ingreso de hasta 600 millones de dólares.
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Impacto en familias receptoras
Amparo Canales, expresidenta del Colegio de Economistas, destacó a HCH que las personas beneficiarias del TPS llevan más de dos décadas residiendo en Estados Unidos. Eso subraya la profundidad de sus lazos económicos con Honduras.
«Esto va a repercutir en las familias receptoras de remesas en el país. Si bien es cierto que las remesas no forman parte del Producto Interno Bruto, contribuyen de manera crucial a través del consumo», agregó Canales. La profesional resaltó su importancia para el dinamismo económico local.
De igual manera, Canales manifestó que las remesas han aumentado en los últimos meses como medida de prevención ante posibles cambios.

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La situación se agrava aún más con la adición de un 1% de aranceles que se aplicará a las remesas enviadas hacia Honduras, según indicó Juan Carlos Hernández, presidente del Colegio de Economistas. Esta combinación de factores, la eliminación del TPS y el nuevo gravamen, presagia un panorama desafiante para la estabilidad financiera de miles de hogares hondureños que dependen de estos ingresos para subsistir.