SAN PEDRO SULA. Sin duda, no existe nada más pleno y mágico que la sonrisa de un niño o de un anciano, no es nada fácil hacerlos sonreír y vestirlos de ilusión porque encima se halla un mundo lleno de soledad y nostalgia; sin embargo, hay gente que se empeña y lo consigue, tal es el caso de Kelsey David, un joven sampedrano que no usa varita mágica para sacar sonrisas a los niños o adultos mayores, sino más bien jugar con ellos, escucharlos y compartir sus vivencias. A sus cortos 23 años de vida ha aprendido lo que es el verdadero amor al prójimo, la solidaridad y tantos adjetivos que este hondureño le sobran y como dicen algunos…. “por él nos quitamos el sombrero”.
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Diario TIEMPO entrevistó personalmente a este catracho que usa su buen humor para transformar una caja de cartón como casa de un niño de la calle a algo parecido a un hogar de maravillas, también consigue convertir el desánimo de muchos en esperanza.
Casi siempre lo encuentras en la oficina del reconocido Centro Cultural Sampedrano, bien vestido, atendiendo teléfonos, llenando formularios y preparando eventos, pero detrás de este buen académico se encuentra alguien que invierte parte de su tiempo con vestuarios bastante llamativos, su cara pintada para hacer un momento lleno de simpatía, diversión y recreación a niños de la calle y acianos que han quedado en el abandono.
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Expertos y psicólogos coinciden en señalar que el hombre no está preparado para superar la muerte de un hijo sea por un hecho natural o no, pero Kelsey Rolando afronta este duelo regalando sonrisas a los más necesitados, a los más débiles, a los que están postrados en una cama cuando es su hora de jugar y reír.
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Aunque sus padres se separaron cuando él apenas era un infante, siente que su abuelita fue como un ángel, porque ella es quien los terminó de cuidar y le inculcó ir a la iglesia. Pese a nacer en un hogar desintegrado, él dice no arrepentirse de haber nacido allí, agradece siempre el apoyo y la educación que sus padres depositaron para que se lograse preparar.
Cuéntanos un poco de ti….
Mis padres Alli y Kelsey son sampedranos y por lo tanto yo también aunque mis ancestros fueron judíos, somos cuatro hermanos, mi abuelita adorable, dos sobrinas, cuñada y también está mi novia Keily Balderramos de 21 años, ella ha sido muy importante en mi vida y sabe mis gustos, si por cosas del destino no llegásemos a casarnos quiero decirle que ha sido una completa bendición en mi vida. Yo fui uno de los fundadores de los Jóvenes Cristianos Universitarios en UNITEC y se unieron varias personas que querían ser parte de ese proyecto para llevarlo a otra universidad, posteriormente se les empezó a entrenar y fue en ese episodio donde la conocí, me encantó su dinamismo y emprendedurismo.
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¿Cómo es Kelsey David?
Soy entusiasta, diligente, que se esmera y que sirve, son cuatro cosas que me definen, agrego que soy muy alegre, extrovertido y muchas veces eso sobrepasa las fronteras, he aprendido a ser feliz pero no con el dinero, hay tantas cosas aquí en Honduras, le gente te dice que si no tienes un carro eres un “pobre” que anda caminando, pero probablemente esa persona que anda a pie ha recorrido muchas cosas más en la vida.
Este catracho es de los pocos que sobreviven en un país como el nuestro actuando de esta manera en medio de corrupción, pobreza y violencia; la necesidad de una persona lo hace llorar porque es muy emotivo, compadece con el dolor de otros, donde el sufrimiento de ellos también es el suyo.
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¿Recuerdas alguna conmovedora experiencia que sea reciente?
Claro, hace poco estuve en el Asilo de Ancianos “Perpetuo Socorro” de esta ciudad, bailé y compartí con ellos, hubo una personita que fue la que más me tocó, le pregunté que si tenía hijos y me dijo que sus hijos éramos nosotros, no me pude contener y se me llenaron los ojos de agua, me acordé de mi abuela porque hay tanta gente que olvida a sus padres y abuelos y tanto adulto mayor pasando maltratos que no es justo.
¿Qué sucede normalmente si miras a un niño de la calle?
Primero le pregunto cómo llegó allí, me gusta escucharlo, ser su amigo y buscar la forma de cómo ayudar, muchos solo juzgan y no les damos un poco de dinero porque pensamos que en su mayoría es porque sus padres los mandan a pedir, lo importante es dar y tú ya cumpliste, independientemente para que sea utilizado por ellos.
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¿Qué harías si fueras presidente de Honduras?
Es uno de mis sueños porque quiero ser un líder en una nación que convulsiona por la falta de interés de los gobernantes y ante las necesidades del pueblo, Honduras no es pobre… la gente es pobre por la mala educación que se le ha dado, si tuviésemos cultura, capacitaciones, trabajo, entre otras cosas, se podría reducir la pobreza (económicamente) en nuestro país. Si yo fuese presidente pondría gente joven al poder, porque considero que la juventud trae la innovación, el talento e ideas originales.
¿Eres voluntario de organizaciones verdad?
Sí, pertenezco a la Cámara Junior Internacional (JCI) y a la Cooperación de Ayuda y Desarrollo (OCAD), allí participo en proyectos de ayuda comunitaria, aprendí el amor al prójimo, a no discriminar por cómo lucen, si andan sucios o limpios, he valorado el interior de la persona, no interesa si anda descalza porque puede ser rica interiormente, a escuchar sus necesidades y a ser parte de ellos, si me invitan a comer un plato de frijoles y tortilla siento que es un majar lo que estoy degustando, ya que lo importante es la intensión.
Uno se queja de todo, he tenido experiencias que han marcado mi vida, no valoramos lo que tenemos, nos quejamos si nos dan porque creemos que no nos han brindado lo suficiente, ¡imagínate a quienes no tienen nada!
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¿Cómo fue tu adolescencia?
Siento que fue bonita, para estar aquí no fue fácil, yo anduve en buses y trabajos intensos estuve practicando oficios que parecen poco pero que te ayudan a ver el sacrificio de todo, en UNITEC se me dio una media beca universitaria pero laboré muy duro para darme la otra parte, tiempo después por fortuna se me dio la chance de trabajar acá y desafortunadamente tuve que dejar mi carrera en la universidad antes mencionada; no obstante, ahora continúo y con Recursos Humanos y Piscología.
¿Cuáles son tus pasatiempos?
Primero que todo asisto a la iglesia, por lo tanto soy evangélico reformado, soy parte de proyectos en el interior del país porque soy aventurero ¡me ha pasado de todo jajaj!, se nos han quedado parqueados los carros por mal estado del suelo, nos hemos enlodado, en fin… lo importante es el objetivo. Me gusta la cocina, no soy profesional en eso jaja pero cuando agarro, “agarro” con ganas, nado desde los cinco años y gané diez medallas, me encanta cantar ópera y cuando me invitan a un evento no cobro, pero si me dan dinero para una donación acepto con gusto, ejecuto el piano, guitarra y violín aunque no me siento un maestro.
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Nos han dicho que eres un excelente teatrista… cómo es la cosa en esa faceta (entre risas).
Jaja, bueno practico el teatro desde los 6-7 años de edad, quien me impulso a ser actor fue Leda Barrientos, ella es directora del ministerio cristiano en mi iglesia, me decía que nací para actuar e incluso me regalaba boletos para ir al teatro y empujarme aún más a este mundo, actualmente soy miembro del Circulo Teatral Sampedrano, en Honduras no es una profesión que te puedes dedicar de lleno porque no te pagan, pero tampoco digo que no puedes vivir del arte de la actuación.
¿Qué se necesita para ser actor de teatro?
Positivismo y deseos para estar en el escenario, la adrenalina que se vive allí es algo que no se puede describir, a veces te pueden dar deseos de ir al baño jajaj pero no puedes retirarte, en ocasiones hay que improvisar porque hay quienes se les olvida el contenido de la obra.
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¿Cómo debe preparase un actor?
Con un tiempo de relación, mucho pensamiento, conocerse y estirar porque la gente percibe si lo estás haciendo bien o no.
¿Cada cuánto lo practicas?
Cuando me llaman a participar, este 2016 no podré actuar porque ya está el reparto escogido pero espero hacerlo pronto.
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¿Qué se aprende en el teatro?
Liderazgo, oratoria, seguridad y crea en la persona una confianza plena.
¿Por qué un actor merece ser observado?
Un actor merece ser observado porque nuestra mejor crítica son las personas, el ser observado es desnudarte; es decir, cuando te pones una máscara o un traje estás desnudo ante el público porque muestras todo tu sentimiento adaptado al papel del personaje.
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¿Qué hacer cuando un obra se está cayendo por diferentes factores?
Por ejemplo en mi última actuación de la obra “Toc toc” me tocó ser el miedo y a veces uno como actor percibe que algunas personas se están durmiendo, por ellos hay que improvisar cuando se necesita o cambiar tonalidad de voz por si la cosa está débil. A no toda la gente le gusta el teatro, hay quienes creen que cuando se va al teatro es para reírse pero no siempre es así, hay gente que la hemos encontrado durmiendo, pero el actor debe seguir, si llegan solo dos personas la función tiene que salir igual, porque hay unos que van por obligación y otros porque les gusta.
¿Te encanta camuflajearte para sacar sonrisas cierto?
Sí jeje, me he vestido de payasito, mimo, oso, entre otros; en mí no existe la palabra ridiculez, lo importante es tener voluntad para llevar alegría, mientras unos te califican de ridículo los pequeños gigantes lo ven como un espectáculo y no hay nada mejor que mirarlos sonreír.
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«Mi abuela me dijo que todo lo que haces para bien o para mal queda en la tierra, pero estás llenado de hermosas gemas tu corona allá en el cielo», terminó diciendo David.
CORTOS
Dios: Todo
-La familia: Mi hogar
-Tu novia: Un apoyo
-Solidaridad: Servir
-Política: Una necesidad
-Arte: Estilo de vida
–San pedro Sula: Una maravilla
-Honduras: Un país magnífico
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Por: Ariel Trigueros
Correo: jerson.trigueros@tiempo.hn
