Tegucigalpa, Honduras.– Honduras entra oficialmente en la recta final de su proceso electoral con miras a los comicios generales del próximo 30 de noviembre, en los que más de seis millones de ciudadanos estarán habilitados para elegir presidente, diputados al Congreso Nacional y alcaldes.
La contienda se perfila principalmente entre Rixi Moncada, del gobernante Partido Libertad y Refundación (Libre); Nasry Asfura, del Partido Nacional; y Salvador Nasralla, del Partido Liberal.
También participarán Nelson Ávila (PINU-SD) y Mario Rivera (Democracia Cristiana), aunque con menor peso electoral.
La campaña arranca este 1 de septiembre, en un ambiente marcado más por los ataques entre candidatos que por la exposición de propuestas concretas.
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Tras varios procesos marcados por la crisis política y social, con antecedentes de las primarias de marzo de 2025, diferentes sectores nacionales e internacionales están en alerta y expectantes a lo que pueda acontecer el 30 de noviembre.
Y es que desde la crisis registrada en las primarias, se ha registrado una división interna del Consejo Nacional Electoral (CNE) entre el pleno, agudizada cuando hubo una parálisis a lo interno del ente al no alcanzar los acuerdos necesarios sobre el sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP), poniendo en alto riesgo las elecciones.
Resuelto
El 10 de julio, la presidenta del CNE, Cossette López, advirtió públicamente que las elecciones estaban en “grave riesgo” por las tensiones políticas y el ambiente de intimidación. No obstante, en las últimas semanas el ente electoral ha alcanzado consensos y con ello, reducir la tensión precedente.
Los acuerdos fructificaron en la realización de distintos procesos importantes de apertura de ofertas para la auditoría externa, la identificación biométrica y el sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP).
Hasta el momento, todo parece indicar que el TREP fue adjudicado a la empresa colombiana ASD S.A.S. Para este lunes 1 de septiembre, está previsto que se conozca la empresa a la que adjudiquen el sistema biométrico. Estas acciones de los consejeros han permitido destrabar el cronograma.
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Lo que se viene
Con la campaña en marcha, los candidatos tendrán tres meses para recorrer el país y conquistar el voto de una población que enfrenta problemas de pobreza, falta de acceso a salud y seguridad.
Durante ese periodo se registrarán pasos importantes en el cronograma electoral y la fase final del camino hacia el 30 de noviembre. Este 1 de septiembre da inicio oficial la propaganda electoral, capacitación de los miembros de organismos electorales y suspensión de la publicidad estatal con fines políticos.
Uno de los ítems fundamentales es que el 11 de septiembre se registrará el cambio en la presidencia del CNE, tomando posesión del cargo la doctora Ana Paola Hall.

El 30 de septiembre es el tiempo para la adjudicación del servicio de transporte de materiales electorales. Uno de los puntos más críticos, sobre todo teniendo en cuenta la problemática de las elecciones primarias.

Asimismo, el 29 de octubre las Fuerzas Armadas quedan a disposición del CNE para resguardar los comicios. El 25 de noviembre comienza el silencio electoral, quedando prohibidas las manifestaciones públicas.
Es así como se llega al 30 de noviembre, cuando se celebran las elecciones generales y finaliza la suspensión de publicidad estatal.
Polarización y falta de propuestas
Para el analista y defensor de derechos humanos, Joaquín Mejía, los conflictos alrededor del proceso no son accidentales, sino “condicionados e intencionados” por la élite política con el fin de generar desconfianza en las instituciones.
Mejía señala que la polarización impide un verdadero debate electoral. “Lo que escuchamos son descalificaciones e insultos, pero no propuestas ni planes de viabilidad. Esto limita que la población pueda votar de manera consciente en un proceso ya cuestionado por las crisis pasadas”, explicó a un ente internacional.
El experto recordó que Honduras arrastra una serie de conflictos electorales y sociales que no han sido resueltos.
“Las crisis se acumulan porque ninguna se resuelve. Mientras no exista justicia transicional ni restauración del tejido social, las elecciones seguirán siendo un factor que acumule más crisis”, advirtió.

El reto principal de los partidos será convencer a un electorado escéptico, golpeado por la pobreza, la inseguridad y la falta de confianza en las instituciones.
Para muchos ciudadanos, el 30 de noviembre no solo será una fecha para elegir nuevas autoridades, sino también una oportunidad de demostrar si el país puede superar la desconfianza acumulada durante décadas.
El camino hacia las urnas comienza con un panorama complejo, donde los hondureños esperan propuestas que ataquen las principales problemáticas que enfrentan.