Redacción. Una tragedia estuvo a punto de ocurrir en la cuenca del río Cangrejal, La Ceiba, Atlántida, cuando el conductor de un bus de la ruta suburbana Yaruca-La Ceiba tomó la arriesgada decisión de cruzar el cauce crecido del río, justo donde alguna vez estuvo el puente de Río Viejo.
El incremento en el caudal se debía a las intensas lluvias que azotan actualmente el litoral atlántico hondureño. Situación bien conocida por los residentes de la zona y, aparentemente, también por el chofer.
Lejos de detenerse a evaluar el peligro que representaba cruzar el río en esas condiciones, el chofer continuó su marcha como si nada. Ignoró el evidente riesgo para él mismo y, más alarmante aún, para los pasajeros que transportaba.
Todo quedó registrado en un video, donde se puede observar cómo el conductor en ningún momento aminoró la velocidad, ni mostró señales de preocupación. Lo que sugiere que esta temeraria maniobra no era la primera vez que la realizaba.
Imprudencia
El desenlace no tardó en llegar, justo en el centro del río, la unidad quedó varada, desatando el pánico entre las decenas de pasajeros. Los gritos y la angustia se apoderaron del ambiente, mientras el agua seguía corriendo con fuerza bajo el automotor.
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Afortunadamente, después de varios minutos de incertidumbre y tensión, el vehículo logró salir de la peligrosa situación sin mayores consecuencias. O quizás gracias a la intervención divina, como muchos señalaron tras el incidente.
Sin embargo, esta no es la primera vez que ocurre un evento de esta naturaleza en la zona. Los vecinos, enardecidos, una vez más lanzaron un llamado desesperado a las autoridades centrales, exigiendo una solución definitiva al problema que enfrentan cada temporada lluviosa.
Desde que los huracanes Eta e Iota destruyeron el puente hace ya cuatro años, los residentes se ven forzados a cruzar el río sin una infraestructura segura, poniendo en riesgo sus vidas constantemente.