AFP. En una nueva ofensiva de la guerra contra las violentas pandillas, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, impuso este miércoles un cerco militar en torno a una ciudad donde fue asesinado un policía el martes.
«Desde la madrugada, establecimos un cerco de seguridad alrededor del municipio de Nueva Concepción, [departamento norteño de] Chalatenango, con más de 5.000 elementos» de las fuerzas armadas y 500 de la policía para atrapar a los responsables del crimen, aseguró el mandatario en Twitter.
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En esta ciudad de unos 30.000 habitantes, ubicada a poco más de 80 km al norte de San Salvador, presuntos pandilleros mataron al policía en la víspera, lo que llevó a Bukele a prometer que va a «arrasar» con las pandillas.
Hace 14 meses el mandatario emprendió una «guerra» contra las pandillas, con masivos arrestos de sospechosos y quitándoles el control territorial que ejercían desde hace años, lo que ha devuelto la sensación de seguridad a la población.
La operación militar de este miércoles comenzó en el caserío rural de La Cruz y se extendió luego a otras zonas rurales de Nueva Concepción. Los uniformados registraban viviendas y revisaban los documentos de identificación de transeúntes y conductores de vehículos y motos, según medios locales.
Vestidos con traje de combate y provistos de fusiles de asalto, los militares recorrían las calles en vehículos todoterreno Polaris.
Buscan a los responsables
Los uniformados realizan la «búsqueda de los responsables del homicidio y toda la estructura de pandilleros y colaboradores que aún se esconden en ese lugar», afirmó Bukele.
Ante el homicidio ocurrido ayer, de un agente de nuestra @PNCSV, por parte de pandilleros que aún se encuentran en algunos sectores de nuestro país, escondidos, huyendo del Régimen de Excepción…
Desde esta madrugada, establecimos un cerco de seguridad alrededor del municipio de… pic.twitter.com/6r8BxuLBDb
— Nayib Bukele (@nayibbukele) May 17, 2023
Los pandilleros «pagarán caro por el asesinato de nuestro héroe», el agente Maximino Antonio Vásquez, agregó.
La cruzada contra las pandillas cuenta con el apoyo de nueve de cada diez salvadoreños, según encuestas, pero organizaciones de derechos humanos y la Iglesia Católica han criticado los métodos de Bukele.
El crimen del policía «es condenable», pero los cercos militares «llevan zozobra y temor» a la población inocente en esa zona de Chalatenango que sufrió la crudeza de la guerra civil (1980-1992), declaró a la AFP el coordinador de la Comisión de Derechos Humanos, Miguel Montenegro.