Redacción. Un trágico y estremecedor accidente ha conmocionado a la comunidad de Rio Verde, en el estado de Mato Grosso do Sul, en Brasil. Un niño de tan solo dos años disparó accidentalmente contra su madre con un arma de fuego que pertenecía a su padre.
El hecho ocurrió el pasado viernes y fue captado por una cámara de seguridad instalada en el domicilio familiar. La víctima, identificada como Déborah Rodrigues Monteiro, de 27 años, se encontraba compartiendo un momento familiar en el patio de su casa junto a su pareja y su hijo.
En las imágenes difundidas en redes sociales se observa al menor levantarse del regazo de su madre, tomar una pistola presuntamente Glock calibre 9 mm colocada sobre la mesa frente a ellos, y manipularla por algunos segundos. Sin percibir el peligro que representaba el arma, el pequeño accionó el gatillo, hiriendo a su madre en el pecho y el brazo.
Tras el disparo, Monteiro logró ponerse de pie e intentó caminar hacia el interior de la vivienda, pero colapsó tras avanzar unos pocos metros. Su pareja, un granjero y agente de seguridad con licencia legal para portar armas, trató de auxiliarla inmediatamente y posteriormente la trasladó a un centro hospitalario.
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Asistencia
Aunque los médicos hicieron esfuerzos, declararon el fallecimiento de la mujer pocos minutos después de su ingreso. Las autoridades brasileñas, encabezadas por la jefa de la Policía Civil, Danielle Felismino, han iniciado una investigación formal bajo la figura de homicidio culposo, es decir, sin intención.
El padre del menor enfrenta cargos por negligencia al haber dejado el arma cargada y al alcance del niño, aunque permanecerá en libertad mientras avanza el proceso legal.
Las autoridades incautaron el arma para su peritaje, junto con la munición utilizada en el disparo. Además, realizaron una autopsia al cuerpo de la víctima, pero aún no han revelado los resultados.
Las diligencias continúan, con el objetivo de esclarecer completamente las circunstancias del suceso. En paralelo, los servicios sociales evalúan el futuro del menor, cuyo entorno familiar ha quedado profundamente alterado por este trágico acontecimiento.
Las autoridades deberán decidir si mantendrán al niño bajo la custodia de su padre o lo enviarán a una institución de protección infantil.
