Redacción (AFP).- El presidente estadounidense Joe Biden prevé una situación «caótica por un tiempo» en la frontera con México cuando este jueves se levante la norma que permite expulsar de inmediato a la mayoría de los migrantes.
«Está por verse. Será caótico por un tiempo», respondió a periodistas que le preguntaron si su gobierno está preparado para un aumento significativo de migrantes cuando el jueves expire el llamado Título 42, una regla activada durante la pandemia que permite expulsar automáticamente a casi todos los que llegan sin visa o documentación necesaria para entrar.
Horas antes habló con su homólogo mexicano Andrés Manuel López Obrador sobre las consecuencias del levantamiento de esa norma.
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Ambos presidentes tienen que coordinarse porque una vez que se levante la norma sanitaria se usará exclusivamente el Título 8. Y una parte de los expulsados acabarán en México.
«Discutieron la estrecha coordinación continua entre las autoridades fronterizas y las fuertes medidas de aplicación de la ley», en previsión del Título 8, cuyas consecuencias son «más graves» porque castiga con cinco años de prohibición de entrada a los deportados, afirmó la Casa Blanca en un comunicado.
Un previsible aumento de migrantes dejaría todavía más al descubierto las profundas divisiones en Estados Unidos.
Las ciudades tejanas de El Paso, Brownsville y Laredo han declarado el estado de emergencia y lidian como pueden con cientos de personas, la mayoría de América Latina, y otras de China, Rusia y Turquía.
El alcalde de la ciudad, Oscar Leeser, advirtió que sus oficiales se preparan para la llegada de muchos más el viernes
Título 42
El Título 42, activado bajo el expresidente republicano Donald Trump, con el supuesto objetivo de prevenir la entrada al país de gente con covid-19, sirvió en la práctica para expulsar rápidamente a migrantes, sin tener que aceptar sus solicitudes de asilo.
Con su expiración los migrantes podrán nuevamente presentar solicitudes de asilo tramitadas por la vía judicial, un proceso que puede demorar años.
La administración de Biden está bajo fuerte presión del Partido Republicano, que reclama una frontera bajo control. Algunos miembros de este partido conservador pronostican la llegada de un millón de personas a la frontera en los próximos tres meses.
Y a 18 meses de la elección presidencial, donde la migración suele ser un tema de discordia, Biden espera que nuevas reglas ayuden a frenar el flujo en la frontera, adonde envió 1.500 soldados adicionales para tareas administrativas.
El gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, ordenó el envío de cientos de soldados tejanos a la frontera «para ayudar a interceptar y repeler» a migrantes.
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Aplicación móvil
En un intento por prevenir llegadas masivas a la frontera, el gobierno de Biden creó nuevas reglas que animan a los migrantes a pedir cita para sus solicitudes de asilo desde una aplicación móvil.
Pero los que se encuentran en Ciudad Juárez se quejan de que la aplicación CBP One no funciona bien.
Frustrados, algunos han decidido entregarse a la patrulla fronteriza estadounidense en uno de los cruces.
«Nos dicen que mantengamos la calma, que esperemos aquí, pero nunca vuelven. No sabemos por qué», se quejó Marjorie, una venezolana madre de dos niños de 2 y 5 años.
Además de esta aplicación desde hace varios meses un número limitado de venezolanos, cubanos, haitianos y nicaragüenses pueden solicitar asilo. Sin embargo, solo 30.000 por mes y bajo condiciones.
En el sur de Brownsville se ha establecido un centro de procesamiento improvisado en un campo de béisbol.
En El Paso, el cruce fronterizo tradicionalmente más transitado, las autoridades convierten escuelas vacías en refugios. Además, refuerzan el transporte para ayudar a los migrantes a llegar a donde quieren ir.