REDACCIÓN. El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, pidió este miércoles a la vicepresidenta Kamala Harris, encargarse del creciente flujo migratorio proveniente de Centroamérica.
Biden se reunió con la vicepresidenta en la Casa Blanca, con el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas; el secretario de Salud y Servicios Humanos, Xavier Becerra, y otros asesores de inmigración.
Ese encuentro tuvo la finalidad de discutir el aumento de jóvenes migrantes que llegan a la frontera en las últimas semanas.
“Este nuevo aumento con el que estamos lidiando ahora comenzó en la administración pasada, pero es nuestra responsabilidad lidiar con el«, manifestó Biden.
Sin embargo, al delegar el asunto a Harris, Biden busca replicar una dinámica que se desarrolló cuando se desempeñó como vicepresidente del presidente Barack Obama.
Con esta medida, Biden espera mostrar a los estadounidenses que se está tomando en serio la situación fronteriza, después de enfrentar duras críticas de los republicanos a medida que el flujo de migrantes ha aumentado desde que asumió el cargo en enero.
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Detener el flujo migratorio
La vicepresidenta estadounidense deberá atender las acciones conjuntas para detener el flujo migratorio desde México, Guatemala, Honduras y El Salvador, según reportes.
El mandatario estadounidense afirmó que Harris era la persona más calificada para «liderar los esfuerzos diplomáticos y trabajar con esas naciones, para que acepten a los migrantes repatriados».
Por su parte, Harris refirió a los factores por los que las personas abandonan su país de origen para migrar hacia EE.UU. No obstante, la vicepresidenta declaró que «la gente no debe venir» a la frontera sur del país norteamericano.
Primeras acciones
En una de sus primeras acciones en temas de migración, la Administración de Biden suspendió el programa conocido como Protocolos de Protección a Migrantes (MPP, por sus siglas en inglés), y establecía que las personas que llegaban a la frontera sur de EE.UU. y solicitaban asilo en el país norteamericano eran enviadas a México, donde debían esperar sus resoluciones migratorias.
Además, la Casa Blanca anunció la reactivación gradual del Programa para Menores de Centroamérica (CAM, por sus siglas en inglés), que fue cancelado durante el Gobierno de Donald Trump (2017-2021), mediante el cual niños y adolescentes de El Salvador, Guatemala y Honduras se podrán reunir con sus padres residentes en territorio estadounidense
Hasta el sábado 20 de marzo, el Gobierno de EE.UU. alojaba aproximadamente 15.500 niños migrantes no acompañados, incluidos 5.000 adolescentes y niños varados en instalaciones de la Patrulla Fronteriza, que no están diseñadas para la custodia a largo plazo.
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