REDACCIÓN. La madre del pequeñín asesinado a manos de su padrastro escribió un desconsolador mensaje en su cuenta de Facebook, donde pide a Dios que le de fuerza para afrontar tan grande prueba y describe a su bebé como su único aliento en la vida.
“Gracias te doy Dios por el tiempo que me prestaste a mi angelito, gracias porque aunque fue poco tiempo, fue el más feliz de toda mi vida. Hijo te arrancaron la vida y me dejaron muerta en vida, mi cielo”.
“Nunca pensé Jehová tener que ver a mi bebé en un ataúd y de esta manera, Señor dame la fortaleza necesaria porque yo siento morirme junto con mi bebé. Te amo con toda mi alma mi bebé, sos lo más hermoso que Dios me pudo prestar, gracias Dios, sé que esta prueba es dura, yo sola no puedo padre, ya te llevaste a lo único que daba razón para mi vivir. Me quitaste mi aliento de vida, que más quieres de mí, Señor”.
A un padrastro no le bastó con golpear salvajemente a un niñito indefenso de dos años, sino que esperó que agonizara y luego lo dejó muerto en el sillón de la casa ubicada en la colonia Los Laureles, en Comayagüela, según lo revela el dictamen forense realizado por la Dirección de Medicina Forense del Ministerio Público (MP).
La culpabilidad se le imputa al hombre, ya que cuando el niño fue encontrado sin vida, él no se encontraba en la casa a pesar que estaba bajo su cuidado.
Cuando la mamá, Sirenia Sánchez, fue a buscar al bebé, lo encontró muerto y no había rastros del padrastro por ningún lado, reportaron los familiares que desconsoladamente lamentaban el fallecimiento del menor.
El hechor fue identificado como Gustavo Adolfo Matamoros, quien luego de cometer el hecho se entregó a la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), de donde fue trasladado a los tribunales de justicia para la audiencia de declaración de imputado.
Según el dictamen médico, el infante de dos años de edad tenía una marca de zapato en el abdomen y estuvo agonizando por varias horas, al punto que de haber sido trasladado a tiempo a un centro asistencial podría haberse salvado.
