AFP. El Banco Mundial ha decidido «pausar» hasta «nuevo aviso» la futura cooperación con Túnez por unos comentarios del presidente tunecino que provocaron una campaña de «violencia» y «acoso» contra los migrantes, según un mensaje interno.
En este texto enviado el domingo por la noche, el presidente saliente del banco, David Malpass, afirma que los comentarios del presidente Kais Saied desencadenaron «acoso e incluso violencia por motivos raciales». Por ello, la institución aplazó una reunión prevista con Túnez hasta nuevo aviso.
«Dada la situación, la dirección ha decidido pausar el Marco de Alianza con el País y retirarlo de la revisión de la junta», afirma Malpass en la nota consultada este lunes por la AFP.
«Los proyectos financiados siguen estando financiados y los proyectos en curso se mantienen», precisó a la AFP una fuente cercana a la institución financiera internacional.
Cientos de migrantes han regresado a sus países desde Túnez. Esto debido a la ola de violencia desatada desde las declaraciones del presidente.
El mes pasado Saied ordenó a los funcionarios que tomen «medidas urgentes» para abordar la migración irregular, afirmando sin pruebas que se estaba llevando a cabo «un complot criminal» para cambiar la composición demográfica de Túnez.
Afirmó que los migrantes estaban detrás de la mayoría de los delitos en este país del norte de África, lo que provocó una serie de saqueos, desalojos y ataques.
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«Inaceptable»
«Los comentarios públicos que fomentan la discriminación, la agresión y la violencia racista son completamente inaceptables», insistió Malpass en la nota al personal.
Asimismo, añadió que las medidas anunciadas por el gobierno tunecino para proteger y apoyar a los migrantes y refugiados son un «paso positivo». En tal sentido, el banco evaluará su impacto.
Malpass repite que el trabajo del banco en Túnez tiene como objetivo ayudar a todas las personas, tanto tunecinos como migrantes.
La institución financiera aplicará medidas de seguridad adicionales para su personal en el terreno.
La Unión Africana expresó su «profunda conmoción y preocupación» por los comentarios de Saied, y los gobiernos de África subsahariana se han apresurado a repatriar a cientos de ciudadanos asustados que acudieron en masa a sus embajadas en busca de ayuda.
Según los grupos de derechos humanos, la violencia contra los migrantes africanos, incluidos los apuñalamientos, aumentó desde el discurso del presidente el 21 de febrero.
Según cifras oficiales, hay alrededor de 21.000 migrantes indocumentados de otras partes de África en Túnez. Lugar donde viven 12 millones de personas.
Muchos migrantes africanos perdieron sus trabajos y hogares de la noche a la mañana.
Las embajadas de Costa de Marfil y Malí proporcionaron alojamiento de emergencia a decenas de nacionales desalojados de sus casas, incluidos niños pequeños.
Los ciudadanos de países africanos sin representación diplomática en Túnez han improvisado campamentos frente a las oficinas en Túnez de la Organización Internacional para las Migraciones.