Redacción. El titular de la Policía Militar del Orden Público (PMOP), Fernando Muñoz, informó que ya tienen bajo su control los 25 centros penales de Honduras, tal como lo demandó el gobierno de Xiomara Castro luego de la tragedia carcelaria ocurrida el pasado 20 de junio en Támara.
Esta determinación se adoptó con el fin de retomar la gobernabilidad del sistema penitenciario luego de la masacre de 46 mujeres ocurrida en el Centro Femenino de Adaptación Social (Cefas), y otra donde murieron 13 personas en el interior de un billar en Choloma, al norte del país el 24 de junio.
Hasta el momento estos son los resultados preliminares de cinco Centros Penales intervenidos en el marco de la #OperaciónFeyEsperanza que realiza FFAA a través de #PMOP. pic.twitter.com/tmR2DNY6vj
— Policía Militar de Honduras (@PMOPHN) July 1, 2023
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Operativos
Antes de tomar el control total de los centros penitenciarios, los uniformados realizaron requisas en los penales femenino y masculino de Támara. También en «El Pozo», ubicado en Ilama, Santa Bárbara; La Tolva, en Morocelí, El Paraíso; y la cárcel de Siria, ubicada en El Porvenir, Francisco Morazán.
Luego de la operación denominada «Fe y Esperanza», se encontró en estos recintos armamento, drogas y aparatos electrodomésticos. Además de dinero en efectivo, instrumentos musicales y otros artefactos de uso prohibido en las cárceles.
«Las cárceles estaban inundadas de armas y artefactos explosivos, pero no hay que creer que las encontramos todas. Vamos a continuar hasta limpiar estos espacios carcelarios», manifestó Muñoz.
Hallazgos
Las autoridades incautaron al menos 137 armas de fuego, 241 cargadores y 17,062 proyectiles. Sumado a ello encontraron 13 granadas de fragmentación en apenas cinco cárceles intervenidas durante la semana.
El informe, además, señala que 95 de las armas de fuego decomisadas son fusiles y pistolas de distintos calibres, a las que se suman 42 de fabricación casera, conocidas como «chimbas».
A esto también se suman 468 armas cortopunzantes, 258 teléfonos móviles, tres teléfonos satelitales, envoltorios con cocaína y marihuana y alrededor de otros 70 sistemas de comunicación.