Redacción. La directora de Gobernanza Económica de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), Liliam Rivera, dio a conocer que en Honduras persisten los bajos niveles de ejecución presupuestaria, incluso en niveles menores a los del año pasado.
«Los niveles actuales de ejecución son preocupantes, al compararlos con el 35 % ejecutado en 2023. Este año, la ejecución ha sido inferior a la misma fecha del año pasado», aseguró Rivera.
Explicó que el impacto de la falta de ejecución en las inversiones públicas se siente directamente en la población, ya que los bienes y servicios planificados no llegan o lo hacen de forma tardía. «Cuando la inversión pública no se ejecuta al mismo ritmo que el gasto corriente, la población deja de percibir los beneficios de los proyectos que se planifican», añadió.
Le puede interesar: Inician audiencias para discusión del Presupuesto General 2025
Ejecución presupuestaria
Rivera mostró especial inquietud al analizar la inversión pública en términos globales. Indicó que sólo un 2 % del presupuesto total se destina a la inversión productiva. En tanto, el resto se va en sueldos, servicio de deudas y transferencias obligatorias. «Es muy poco lo que se está destinando para inversión pública y, además, no se está ejecutando con eficiencia», apuntó.
«La Secretaría de Salud tiene una ejecución de inversión pública del 31 % al cierre de septiembre. En su caso, la ENEE registra sólo un 10 % en proyectos de transmisión con un presupuesto de casi 4,000 millones. Y la Red Solidaria ejecuta un 13 % en programas de transferencia monetaria condicionada, así como la Secretaría de Educación un 25 % y la Secretaría de Agricultura y Ganadería un 24 %», expuso.
La baja ejecución en proyectos productivos refleja una preocupante falta de planificación y eficiencia en el uso de los recursos públicos. Esto, además, representa una disminución de la calidad de vida de los hondureños y en la ralentización del desarrollo del país, concluyó Rivera.