Choloma, Honduras. En lo que va de 2023, la Alcaldía de Choloma que dirige el alcalde Gustavo Mejía apenas ha ejecutado 16,642,885.89 millones de lempiras, equivalente a un 6.2% del presupuesto total de 268,798,589.72 millones, situación que condena al atraso a una de las ciudades más productivas de Honduras.
El raquítico presupuesto ejecutado está incluido en la «clase 400», que tiene que ver con los Bienes capitalizables, donde se consigna la inversión en obras de infraestructura. Situación que contrasta con el 100% de ejecución de la «clase 100», concerniente al pago de Servicios personales; es decir, al pago de planilla y otros beneficios de sus activistas.
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Estos datos fueron extraídos del Portal de Transparencia del Instituto de Acceso a la Información Pública (IAIP), tras una investigación hecha por Diario Tiempo y confirmada por analistas financieros.
Misma tendencia que en 2022
Según los cuadros comparativos, estas tendencias son similares a las registradas durante el mismo periodo de tiempo del año 2022. Entonces, la Alcaldía dirigida por Gustavo Mejía contó con un presupuesto aprobado para proyectos de infraestructura de 181,593,473.78 millones de lempiras, y de esos fondos solamente se ejecutaron 16,946,873.89 millones, lo que representó un paupérrimo 9% de ejecución.
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Como se observa en el cuadro anterior, solo se ha ejecutado el 18% del presupuesto hasta el mes de mayo del 2023. Situación que evidencia un comportamiento similar al adoptado en 2022, donde la mayor ejecución se dio en la clase 100, concerniente al pago de salarios y beneficios a los empleados.
Y es que, para el pago de planillas en ese año el presupuesto aprobado fue de 133,038,579.89 millones de lempiras; de los que ejecutaron 48,455,435.04 millones, que representaron un 36% del total, cerrando el año con un 100% de ejecución.
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Presupuesto por «clases»
El cuadro de la ejecución presupuestaria de la Alcaldía de Choloma contempla una división de ocho partidas denominadas «clases». Entre estas figura la clase 100, concerniente a Servicios personales; ésta incluye el pago de sueldos básicos, aguinaldo y pago del decimocuarto mes, contribuciones patronales, dietas y horas extraordinarias.
Asimismo, está la clase 200, que tiene que ver con los Servicios no personales. En esta sección están las asignaciones destinadas a cubrir el uso de servicios básicos, arrendamientos, mantenimiento y reparaciones, servicios profesionales y técnicos, servicios comerciales y financieros, pasajes y viáticos.
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En la clase 300 se incluyen los Materiales y suministros; es decir las asignaciones destinadas a la compra de materiales y suministros consumibles necesarios para el funcionamiento de las instituciones del sector público.
La clase 400, por su parte, que tiene que ver con los Bienes capitalizables, contempla adquisición o construcción de bienes de capital que aumentan el activo de las instituciones del gobierno en un período dado, bienes físicos, construcciones de obras por terceros y/o adquisición de maquinaria y equipos que sirven para elaborar otros bienes y servicios que no se agotan en el primer uso que se hace de ellos
Entre tanto, en la clase 500, que alude a las Transferencias y donaciones, están las asignaciones por transferencias y donaciones destinadas a personas e instituciones de los sectores público, privado y del exterior.
Sin justificaciones
En 2022, la Alcaldía dirigida por Gustavo Mejía contó con un presupuesto de 559,813,823.44 millones de lempiras. De estos apenas se ejecutaron 346,304,532.36, que representan un 62% del total.
Pese a esta deficiencia en la ejecución, en 2023 la alcaldía cholomeña recibió un incremento de 134,609,263.13 millones de lempiras en el presupuesto. Es decir, un 24.05% más que el año anterior, sin una justificación clara. Pues, como demuestran los análisis financieros no se ejecutó el presupuesto de acuerdo a las necesidades de la ciudad.
Además, se realizaron modificaciones presupuestarias por 117,444,774.88 millones de lempiras. Eso hace un total de presupuesto vigente de 811,867,861.45 millones para el 2023.
Dudosos procedimientos
Según los analistas, la administración de Mejía muestra una menor ejecución presupuestaria en infraestructura, que debería ser la que más atención reciba.
En este apartado se haya el presupuesto que debería destinarse a las obras de infraestructura. Incluye la pavimentación de calles, mejora del acceso de calles de tierra, ampliación y mejoras del sistema de alcantarillado y acceso al agua potable. Sin embargo, diferentes calles pavimentadas y no pavimentadas de la ciudad lucen un evidente deterioro.
Asimismo, los analistas consideran que se deben revisar los procesos y procedimientos. Esto ayudaría a esclarecer por qué las compras y contrataciones no se están ejecutando con mayor efectividad.
Perfiles de funcionarios y empleados
En este sentido, los analistas consideran que se debería revisar los perfiles de los funcionarios o empleados. Esto, porque son ellos quienes realizan los procesos de compras y contrataciones. Así como los plazos de los procesos y procedimientos, ya que esto puede ser una causal para la poca ejecución presupuestaria.
También consideran que debe haber una intervención por parte del Gobierno. Esto, porque mientras otras municipalidades necesitan fondos y sí presentan una buena ejecución presupuestaria, Choloma tiene presupuesto enorme que no ejecuta.