REDACCIÓN. Los pasajeros del vuelo AA313 de American Airlines habrían vivido momentos de tensión este martes 3 de junio, luego de que la aeronave en la que viajaban fuera impactada dos veces por un rayo mientras sobrevolaba el mar Caribe, cerca de Cuba. A pesar del incidente, todos los ocupantes ya se encuentran sanos y salvos en Honduras, luego de que los reubicaran en otra aeronave.
El avión original, un Boeing 737 MAX8, despegó desde Miami con destino al Aeropuerto Internacional de Palmerola, en Comayagua. Sin embargo, tras recibir las descargas eléctricas, el piloto decidió regresar al aeropuerto de origen como medida de precaución, siguiendo los protocolos de seguridad establecidos en este tipo de situaciones.
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De acuerdo con la plataforma especializada Aviación 504, aunque los impactos de rayo no representan una amenaza directa para los pasajeros, las normas de aviación civil requieren una inspección técnica minuciosa del avión antes de permitir su regreso a operaciones comerciales. “El avión fue alcanzado dos veces por un rayo. El comandante tomó la decisión de regresar a Miami para que mantenimiento lo revise”, confirmó una fuente vinculada al portal.
Expertos en aviación explican que los aviones comerciales están diseñados para soportar este tipo de fenómenos naturales. La estructura metálica de las aeronaves actúa como una jaula de Faraday, permitiendo que la energía del rayo se disperse a través del fuselaje sin ingresar a la cabina ni afectar los sistemas internos. La descarga suele viajar por las alas o la cola y se libera de manera segura hacia la atmósfera.
Horas después del incidente, American Airlines asignó otra aeronave al mismo vuelo, identificada también como AAL313. El nuevo avión despegó sin contratiempos desde Miami y aterrizó en Honduras esa misma tarde. No se reportaron personas heridas ni complicaciones médicas, lo que permitió que el suceso no pasara de ser un susto para los pasajeros.