Redacción. Un avión militar cayó sobre una escuela en Bangladés y dejó como saldo, hasta el momento, 31 muertos, en su mayoría alumnos afectados por las quemaduras del brutal impacto.
De acuerdo con los reportes, los niños de tercer y cuarto grado disfrutaban de su hora de recreo, una actividad diaria y normal, cuando de repente los sorprendió una aeronave. El hecho ha llenado de luto y consternación al país.
Los informes indican que el aparato sufrió un fallo mecánico a minutos de despegar, se precipitó sobre el edificio del campus escolar Milestone en Daca y luego se incendió.
Entre los muertos está el piloto de la aeronave, informó el Ejército de Bangladés. Asimismo, confirmó que hay alrededor de 170 heridos, en su mayoría niños con quemaduras graves.
Por ahora, 69 personas están hospitalizadas; de ellas, 10 se debaten entre la vida y la muerte, indicó Sayedur Rahman, alto funcionario del Ministerio de Salud y Familia.
Lea además: Corte de combustible causó accidente de avión en India, revelan autoridades
Los niños solo jugaban
Abu Sayed Mohammad Waliullah, maestro de la escuela, dijo que estaban conversando con otros docentes afuera del edificio, disfrutando de su descanso, cuando se estrelló el avión, escuchándose un estruendo que parecía una bomba.
«Mi mente quedó en blanco. No podía entender lo que acababa de pasar», expresó. Luego de 10 segundos, escucharon una segunda explosión, que fue cuando el combustible del avión se encendió.
Según el maestro, se formó una enorme nube de fuego y vio a dos estudiantes prácticamente volando por la fuerza de la explosión. Varias personas siguen hospitalizadas recibiendo atención médica, mientras que las autoridades ya entregaron 20 cuerpos a sus familiares.
El avión de combate F-7 BGI, de fabricación china, despegó 12 minutos antes de la tragedia desde una base aérea militar situada a menos de dos millas del centro educativo. Las autoridades locales indicaron que ofrecerán más detalles tras una investigación exhaustiva.
Duro testimonio
Mahathir Mohammed Abid, quien cursa el duodécimo grado, relató que estaba en la cafetería a tan solo unos minutos del impacto. Este martes regresó a la zona 0 y mostró sus manos envueltas en vendas, cubriendo las quemaduras que sufrió cuando intentó rescatar a niños más pequeños.
El menor contó que corrió al rededor de los restos del avión para poder entrar a edificio que ardía en llamas. Una vez dentro, recuperó con sus propias manos el cuerpo de un estudiante más pequeño que había muerto quemado. El impacto emocional fue tanto que vomitó al manipular el cuerpo.
Otro grupo de estudiantes de la escuela llegaron esta mañana para congregarse en señal de apoyo y respeto. Unos tenían lágrimas en su rostro, desesperados y convencidos de que dentro aún habían víctimas.
El profesor Abu Sayed Mohammad Waliullah, comentó que el campus principal del colegio atiende a unos 10 mil alumnos, quienes reciben clases en ingles, como en bengalí.
A su vez, remarcó que si el accidente del avión ocurre 10 minutos antes, la tragedia pudo ser peor, ya que más estudiantes habrían estado en el interior de las aulas. A la hora del recreo, unos estaban afuera jugando o comiendo su almuerzo en la cafetería.
Familiares y rescatistas siguen buscando en medio de los escombros a más víctimas del percance. Las escenas son dramáticas, debido a que se observan machilas quemadas y libros con los nombres de los estudiantes.
