El conductor de un Porsche Cayenne Turbo atravesó esta madrugada una vivienda situada en una rotonda, en la isla de Ibiza, y se metió en la cama.
El vehículo se salió de la carretera y atravesó una acera, un valla, y luego sorteó un pequeño muro que rodeaba la vivienda de dos plantas, para luego acabar incrustándose en la fachada, en la que abrió un agujero de más de dos metros de alto por uno y medio de ancho, según publica el diario español El Mundo.
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El conductor, de unos cincuenta años, ha dado más del doble en la tasa de alcoholemia, según informa la Policía Local del Ayuntamiento de San José. También le acompañaba una mujer joven, que según los testigos abandonó el lugar a gran velocidad tras el accidente. Ambos resultaron ilesos.
La casa se encuentra a un lado de una rotonda sin especial peligrosidad, había sido alquilada por cuatro turistas españoles para pasar sus vacaciones en Ibiza. Por fortuna en el momento del accidente no había nadie en el dormitorio en el que acabó el Porsche, valorado en 150.000 euros, ya que hacía pocas horas que habían aterrizado en la isla y charlaban en la terraza.
