Redacción. Este jueves 17 de abril, un tiroteo ocurrió en la Universidad Estatal de Florida, en Estados Unidos, dejando dos personas muertas y cinco más gravemente heridas. El autor del ataque ha sido identificado como Phoenix Ikner, un joven de 20 años y estudiante de ciencias políticas.
Ikner, quien es hijo de una alguacil adjunta en activo del Departamento del Alguacil del condado de Leon, resultó herido en el tiroteo y está actualmente hospitalizado.
La policía señaló que la madre de Ikner, quien trabaja en el Departamento del Alguacil, aparentemente le proporcionó acceso a un arma de fuego. Esta relación familiar arroja luz sobre el contexto del ataque, ya que Ikner también era miembro del Consejo Asesor Juvenil de la oficina del sheriff, lo que facilitaba su acceso a armamento.
Lea también: Detienen a sospechoso que dejó unos 6 heridos en tiroteo en Universidad de Florida
Sucesos
El tiroteo ocurrió poco después del mediodía y, según las autoridades, las víctimas fatales no eran estudiantes de la universidad. Hasta el momento no se han revelado detalles sobre cómo se produjo la confrontación.
En la escena del crimen, se encontraron tres armas, una de las cuales había sido utilizada previamente por la madre de Ikner durante su servicio en el Departamento del Alguacil, como parte de su equipo de dotación actualizado.
El sheriff del condado de Leon, Walt McNeil, expresó su consternación ante el trágico suceso y destacó que la alguacil adjunta, madre del agresor, ha prestado un «servicio excepcional» durante más de 18 años. Además, McNeil subrayó que las autoridades no tolerarán actos como este en el condado de Leon, ni en el país.
Por su parte, El presidente de EE.UU., Donald Trump, calificó el ataque como «una vergüenza y algo horrible». Mientras que el gobernador de Florida, Ron DeSantis, ofreció sus oraciones a las víctimas y aseguró que las autoridades respondían «activamente» a la situación.
Además, el presidente de la Cámara de Representantes de Florida, Daniel Pérez, describió el suceso como «aterrador y la peor pesadilla de cualquier padre».
Este tiroteo ha sacudido a la comunidad universitaria y ha reavivado el debate sobre el acceso a armas y la seguridad en las instituciones educativas. Las autoridades estadounidenses continúan investigando los detalles del suceso.