Redacción. Un juez dictó la medida de auto de formal procesamiento con medidas diferentes a la prisión al ex oficial de policía Bryan Alvarenga, acusado de golpear a un ciudadano en medio de una protesta en la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (Senaf).
Los hechos se suscitaron a inicios de marzo del año en curso y quedaron grabados en video. Después de esta acción, la Policía Nacional informó la suspensión del funcionario para que respondiera ante la justicia hondureña.
La medida de auto de formal procesamiento la obtuvo la Fiscalía Especial de Derechos Humanos (FEDH) en la respectiva audiencia inicial. En el espacio procesal la parte acusadora adjuntó las pruebas necesarias del caso.
A Alvarenga se le presentó un requerimiento fiscal por la comisión del delito de tratos crueles, inhumanos o degradantes en contra del ciudadano que estaba protestando en la Senaf.
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Medidas sustitutivas
El juez determinó que deberá de seguir con el proceso judicial, aunque no en prisión. Las medias que tiene que cumplir son las establecidas en el artículo 173 del Código Procesal Penal y son:
- Someter al imputado al cuidado o vigilancia de una persona o institución determinada que informe periódicamente al juez.
- Obligar al imputado a presentarse periódicamente ante un determinado juez o autoridad que éste designe.
- Prohibirle al imputado salir del país, lugar de su residencia o ámbito territorial que el órgano jurisdiccional determine.
- Prohibirle al imputado concurrir a determinadas reuniones o a determinados lugares.
- Prohibirle al imputado comunicarse con personas determinadas, siempre que con ello no se afecte el derecho de defensa.
- La constitución a favor del Estado por el propio imputado o por otra persona, de cualquiera de las garantías siguientes: depósito de dinero o valores, hipoteca, prenda o fianza personal.
Los hechos
Investigaciones de la fiscalía establecen que Bryan Alvarenga le propinó una fuerte golpiza a un joven que estaba en la Senaf, junto a otros empleados en una acción de protesta.
A las 5:30 de la tarde del 4 de marzo el imputado llegó a bordo de una patrulla en compañía de dos policías más. Cuando ingresó a las instalaciones de la colonia El Prado, Tegucigalpa, comenzó a darle patadas y puñetazos al ofendido.
En un afán de defenderse de las agresiones, la víctima salió corriendo donde estaban sus demás compañeros. Pero el policía, indica las investigaciones, comenzó a buscarlo en las oficinas con arma en mano, al grado de hacer un disparo al suelo, exponiendo la vida de una mujer que estaba cerca.