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lunes, noviembre 18, 2024

«Apagones» aumentan el riesgo por consumo de alimentos dañados

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Redacción. Los constantes y prolongados «apagones» programados por la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) suponen, además de un flagelo para la economía, también un riesgo para la salud, pues los casos de enfermedades gastrointestinales son cada vez más frecuentes entre los hondureños.

Muchos comerciantes lamentan las pérdidas que sufren, ya que muchas veces se ven obligados a tirar los productos alimenticios que resultan dañados al carecer de una refrigeración adecuada. Esta situación provoca que incremente el riesgo de vender alimentos en mal estado.

Álvaro Ponce, vecino del barrio Las Palmas, en San Pedro Sula, enfermó durante tres días «por haber comido un pollo que compré en una pulpería cerca de mi casa».

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Ponce lamentó, además, que la enfermedad lo obligó ir al médico, debiendo incurrir en un gasto no previsto para cuidar su salud. «Lo que me pasó a mí le pasa a mucha más gente. No es posible que con estos apagones estén jugando también con nuestra salud», dijo.

Además, señaló que «en mi barrio le ocurrió lo mismo a otras dos personas que yo conozco y que acostumbramos comprar en esa misma pulpería».

Según los médicos, mantener una adecuada refrigeración de los alimentos es esencial para evitar infecciones gastrointestinales, y reconocen que el riesgo de que éstas aumenten debido a los «apagones».

Riesgo de gastroenteritis

Según el doctor Fabricio Rivera, consultado por Diario Tiempo, «la persona que consume alimentos en mal estado de conservación se expone a desarrollar una gastroenteritis aguda, con el riesgo de deshidratación que eso conlleva».

Según Rivera, este es un riesgo al que se ven expuestos, en mayor medida, los niños y los ancianos, pues los alimentos que permanecen durante un tiempo prolongado a una temperatura inadecuada pueden tener los siguientes efectos:

Riesgos

Estudios médicos sugieren que los alimentos que una vez se han congelado y luego se descongelan, no deben volver a congelarse, ya que al ingerirlos aumenta el riesgo de contraer enfermedades.

Una gastroenteritis aguda se manifiesta con síntomas como la diarrea, el vómito, la fiebre, dolor de cuerpo y articulaciones, malestar general y dolor de cabeza.

Algo que sufrió en carne propia Carlos Mayorga, vecino de la colonia Villas del Sol, en San Pedro Sula, quien dijo haber tenido que «tirar a la basura todo lo que tengo en el refrigerador, porque los apagones duran hasta 10 horas cada día«.

Sin embargo, antes de tomar esa drástica medida, contó que para no desaprovechar los alimentos que tenía refrigerados, «me comí una carne que ya había descongelado por culpa de los apagones, y eso me mantuvo con gastroenteritis aguda varios días«.

Manejo de alimentos

Esta situación es «insoportable», según Mayorga, ya que «los alimentos que uno tiene en casa se arruinan, y los que compra en la pulpería también». Esto, reconoció «nos tienen hartos y en peligro«.

En tal sentido, Fabricio Rivera explicó que «el mayor riesgo está en el posible desarrollo de una deshidratación aguda. Esto puede incluso llegar a ser severa y necesitar hospitalización».

Además, puntualizó que el problema no solo implica un riesgo para la salud, sino también para la economía. Pues «estas personas requieren a veces de un manejo intrahospitalario, con aumento del gasto en insumos, así como los días laborales perdidos», mencionó.

Microbios

Consultado al respecto, el doctor Carlos Umaña coincidió en que los «apagones» sí pueden significar un incremento de casos de enfermedades gastrointestinales al contraer salmonelosis.

Al respecto, el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), sugiere ser cuidadosos. Pues los alimentos contaminados con salmonela o con otros microbios dañinos tienen una apariencia, un sabor y un olor «normales».

En tal sentido, Umaña comentó que esto podría provocar una contaminación con E. Coli, una bacteria que principalmente se transmite por el consumo de alimentos contaminados, como productos de carne picada cruda o poco cocida, leche cruda, entre otras.

Al respecto, Mercedes Vásquez, vecina de Choloma, comentó que «hace unos días fui a un puesto de comida y el pollo tenía mal olor. Le dije a la vendedora, pero su respuesta fue que la disculpara, porque muchas piezas se le habían dañado al no tener energía».

Aumenta venta de plantas eléctricas

A raíz de las frecuentes fallas eléctricas, también se han elevado las ventas de plantas eléctricas en el país.

Comerciantes han externado que por los apagones deben buscar opciones para tener sus negocios abiertos y al no tener más remedio, deciden comprar este artefacto.

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