Redacción. Un auténtico infierno es lo que vive Felipe Reyes, padre de la pequeña Ana Paula Reyes Alemán, la niña de tres años que fue brutalmente asesinada por su propia madre, Tesla Alemán, el pasado 2 de febrero dentro de una vivienda en el barrio Las Flores, en San Pedro Sula, zona norte de Honduras.
De acuerdo con el informe de la Policía Nacional, la menor murió a causa de una herida de puñal en el cuello, en un crimen que ha conmocionado a Honduras.
La última llamada: un adiós inesperado
Solo un día antes de la tragedia, aproximadamente a la una de la tarde, Felipe, quien estaba separado de la madre de la niña, realizó una llamada con la intención de hablar con su hija. Sin saberlo, sería la última vez que escucharía su voz.
El programa televisivo Frente a Frente divulgó el estremecedor audio de la conversación, donde se percibe la inocente alegría de la pequeña.
La llamada inicia con Felipe preguntando a la madre sobre el estado de salud de Ana Paula, ya que la niña había estado indispuesta. La mujer le responde que estaba mejor, pero la conversación entre ambos se desarrolla en un tono serio y distante.
Todo cambia cuando la pequeña toma el teléfono y, con su dulce voz, saluda con entusiasmo: «¡Hola, papá!». Al escucharla, Felipe no puede ocultar su alegría y responde emocionado: «¡Hola, hija mía hermosa! ¿Cómo estás?».
Durante varios segundos, padre e hija disfrutan de una amena conversación. En un momento, la niña le cuenta con inocencia que sus pañales están rotos, a lo que Felipe le pregunta qué ha estado haciendo durante el día. Luego, con la ternura característica de su edad, Ana Paula le dice que aún no ha tomado su medicina para la tos. Eso sí, le dice que se la darán en la noche.
Antes de finalizar la llamada, Felipe se despide con amor: «Vaya pues, adiós amorcito, te amo», a lo que la niña responde con la misma dulzura: «Adiós, te amo». Sin que él lo supiera, esas serían las últimas palabras que compartiría con su hija.
Un crimen que sacude a Honduras
Según el informe preliminar de la Policía, en algún momento entre la noche del 1 de febrero y la madrugada del 2 de febrero, Tesla Paola Alemán Cantillano, madre de la menor, habría sufrido un arranque de ira que la llevó a atacar a su hija con un cuchillo. Tras darse cuenta de lo sucedido, intentó quitarse la vida con el mismo objeto.
Paramédicos llegaron al lugar y lograron estabilizar a la mujer, quien fue trasladada a un centro asistencial donde permanece bajo custodia policial mientras se realizan las investigaciones.
El cuerpo de la pequeña Ana Paula fue ingresado a la morgue sampedrana, donde se llevó a cabo la autopsia correspondiente.
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Posibles problemas de salud mental
Las investigaciones han revelado que Tesla Paola Alemán Cantillano se encontraba separada de su esposo, quien es originario de Santa Bárbara, y tenía la custodia de la niña. Se ha informado que la mujer estaba bajo tratamiento psicológico, aunque aún no se ha determinado si su estado mental jugó un papel en el crimen.
Agentes de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) se encuentran analizando los hechos para esclarecer los motivos del parricidio. Algunos familiares han manifestado que el asesinato pudo haber ocurrido durante un fuerte episodio de ansiedad o crisis emocional.
El caso ha conmocionado a la sociedad hondureña, que clama por justicia para la pequeña Ana Paula y por una mayor atención a la salud mental para prevenir tragedias como esta.
