SAN PEDRO SULA. Más de 15 guerreros y dos directores técnicos forman parte de un equipo de fútbol en una remota aldea del departamento de Copán, zona occidental de Honduras.
Los muchachos no son licenciados, abogados, ingenieros, arquitectos, ni tampoco empresarios, son simples «cipotes» con los deseos de hacer historia, de dar a conocer algo bueno en medio de tanto conflicto social en el país.
Ellos son: 1 Darwin Estévez, 2 Norlin Cáseres, 3 Rudy Estévez, 4 Cristian Dubón, 5 Antonio Fuentes, 6 Osman Torres, 7 Denis Toledo, 8 César Duarte, 9 Nelvin Guerra (segundo capitán), 10 Mauricio Brizuela (primer capitán), 11 Denis Valle, 12 Bairon Vlle, 13 Mario Valle, 14 Darwin Rodríguez, 15 David Santos, 16 Elmer Valle, 17 Juan Saavedra, 18 Douglas Mejía.
Lo refuerzos originarios de San José de Copán son: Kevin Contreras, Melvin Alvarado y Nelson Pérez; mientras tanto, los técnicos son: Mario Valle y Jorin Estévez.
En ellos aguarda la ilusión de todo joven amante de fútbol que es demostrar sus habilidades en el campo de juego, anotar goles, celebrar con sus compañeros y divertirse.
Su equipo es más conocido como «Atlético Corpus» y tienen aproximadamente dos años de estar funcionando y para ellos ir a jugar con un balón en un campo situado en la Aldea El Corpus, municipio de La Unión, es el típico paradigma de un club, donde la pelota es la excusa perfecta para alejarse a diario de los males que apremian a la juventud.
Recientemente fueron parte del campeonato nadiveño organizado por una empresa minera del lugar, del cual resultaron campeones tras una disputa cuerpo a cuerpo entre 10 equipos.
Según se conoció, los 10 equipos de enfrentaron todos contra todos, luego hubo cuatro semifinalistas: Santa Cruz, Azacualpa, El Corpus y San Andrés; quedando «Atlético Corpus» y «Atlético Minero» como finalistas.
Al final, los muchachos resultaron ganadores con al menos 60 personas apoyándolos, música de ambiente y buena comida. Recibieron medallas, un trofeo y un premio económico de 8,000 lempiras.
EL AMOR POR SU PUEBLO
Según enfatizó uno de los integrantes del equipo, de dicho dinero, 500 lempiras son repartidos a las cuatro iglesias de la comunidad de El Corpus y el resto es para mantenimiento de la cancha.
«Normalmente en otros torneos nosotros pagamos la inscripción, pero esta vez gracias a convenios se nos patrocinó todo, pero a veces no es fácil, ante la falta de apoyo nos toca poner dinero de nuestra propia bolsa o gracias a la intervención de líderes de la ladea se nos da para el transporte, compra de uniformes y cosas así», comenzó diciendo Douglas Mejía, integrante del equipo de fútbol.
«Cuando escuchamos Corpus nos ponemos felices y aunque a veces más de alguno no tenga para comprar tacos o guantes por falta de dinero, hacemos la recoleta y nos ayudamos», agregó el joven copaneco.
«Gracias a la gente por su apoyo y confianza aún cuando las noches han sido frías, gracias por todo y les prometemos que seguiremos trayendo cosas buenas para el pueblo y al equipo les digo que sigamos adelante, que vamos por otra victoria», cerró.
