Redacción. Dos personas perdieron la vida de forma violenta la noche del pasado miércoles en la comunidad de Pensacola en el municipio de Roatán, departamento de Islas de la Bahía.
Según información preliminar, sujetos desconocidos le quitaron la vida de varios impactos de bala a los dos occisos en el lugar antes mencionado. Uno murió en el lugar del hecho, mientras que el otro resultó gravemente herido, pero en el camino hacia el centro asistencial perdió la vida.
A la escena del crimen, llegaron elementos de la Policía Nacional (PN), quienes acordonaron la zona e iniciaron las indagaciones correspondientes. Asimismo, llegó personal de Medicina Forense del Ministerio Público (MP) para llevar a cabo el respectivo levantamiento cadavérico.
Las víctimas respondían en vida a los nombres de Corby Bodden (45) y Leroy, conocido como el «Chito». Hasta el momento se desconocen los motivos que provocaron dichas muertes y la identidad de los sicarios que cometieron ese crimen.
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La violencia persistente, incluida la violencia de género, los conflictos por la tierra y la impunidad, son algunos de los desafíos de derechos humanos más graves de Honduras, destaca un reporte de Naciones Unidas.
Para que el Estado pueda asegurar un entorno seguro y libre de crimen organizado, necesita los recursos y políticas necesarios. Se debe abordar las enormes desigualdades en el país, los flujos financieros ilícitos, impuestos y corrupción, recomienda Volker Türk.
“Insto a Honduras a que adopte medidas para garantizar transparencia y rendición de cuentas, incluidas aquellas para fortalecer el Poder Judicial, el Ministerio Público y otras instituciones nacionales claves contra la corrupción, y garantizar su independencia”, añadió.
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