Redacción. La metástasis sigue siendo uno de los mayores desafíos en la lucha contra el cáncer, al representar el proceso por el cual las células tumorales se diseminan desde el tumor primario hacia otros órganos. A pesar de los avances científicos, aún existen muchos interrogantes sobre este fenómeno.
Sin embargo, un estudio reciente publicado en la revista Nature ha arrojado nueva luz sobre un mecanismo inmunológico que podría explicar el posible papel de la aspirina en la reducción del riesgo de metástasis.
El descubrimiento surgió de manera fortuita cuando un grupo de investigadores analizaba genes en ratones para identificar aquellos que influyen en la propagación del cáncer. En este proceso, identificaron el gen ARHGEF1, que suprime la capacidad de los linfocitos T para atacar células cancerosas.
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La conexión con la aspirina
La relevancia del hallazgo radica en que la aspirina es un fármaco que bloquea la producción de TXA2. Esto llevó a los investigadores a explorar su impacto en la metástasis. En modelos de cáncer de colon, melanoma y mama en ratones, observaron una disminución en la propagación de células tumorales hacia los pulmones y el hígado.
Rahul Roychoudhuri, inmunólogo del cáncer en la Universidad de Cambridge y autor principal del estudio, explicó: «Cuando probamos el TXA2, descubrimos que suprimía de forma potente la función de las células T. Al darnos cuenta de que la aspirina inhibe la producción de TXA2, entendimos que podía desempeñar un papel clave en la lucha contra la metástasis».
Evidencia previa y perspectivas futuras
El hallazgo refuerza investigaciones anteriores que ya apuntaban a un posible efecto anticanceroso de la aspirina. En 2023, un metaanálisis de 118 estudios, liderado por el epidemiólogo Peter Elwood, mostró que el consumo regular del fármaco podría reducir la mortalidad en pacientes con cáncer en un 20 %. Sin embargo, los expertos advierten sobre los posibles efectos adversos de la automedicación, como el riesgo de hemorragias y problemas gástricos.
Aún quedan muchas preguntas por responder: ¿qué tipos de cáncer responden mejor a este mecanismo? ¿Cuál sería la dosis adecuada para maximizar sus beneficios sin aumentar los riesgos? Además, los científicos exploran alternativas terapéuticas que repliquen los efectos de la aspirina sin sus riesgos asociados, como los anticoagulantes Vapiprost y Picotamida.
El estudio representa un avance significativo en la comprensión de la metástasis y abre nuevas puertas en la investigación de inmunoterapias. Si bien la aspirina muestra un potencial prometedor, su eficacia en humanos deberá ser confirmada mediante ensayos clínicos. En este contexto, el desafío radica en desarrollar tratamientos más seguros y personalizados para combatir la propagación del cáncer, mejorando la calidad de vida de los pacientes oncológicos.
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