SAN PEDRO SULA, HONDURAS. El luto invade al personal de salud en Honduras luego de que asesinaran a una enfermera cuando se disponía a ingresar a su turno diario en el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) en San Pedro Sula.
Es preciso indicar que, pese a que sus colegas hicieron el esfuerzo por salvar su vida, movilizándola lo más pronto posible dentro de las instalaciones, no alcanzó el tiempo y minutos después se informó su muerte.
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Kelin Leticia Arnodo Escobar, de 31 años de edad, una mujer humilde, llena de vida, y sobre todo muy conocida. Saliendo de su turno en el Hospital Mario Catarino Rivas se movilizó hacia el IHSS sin imaginarse que su ingreso sería como paciente.
Al conocerse la noticia, muchos de sus allegados se mostraron apesarados, destacando no solo su labor como enfermera sino también su su don de servicio, humildad y pasión.
Todo quedó apagado por varios disparos. La sangre tiñó los uniformes y el destacado azul quedaba cubierto por un rojo doloroso.
Muchos mensajes de fuerza hacia la familia se hicieron presentes, conocidos de Kelin mencionaron que, su humildad y su servicio quedaría en sus recuerdos. Además, que su heroísmo salvando vidas no se lo quitaría nadie.
Su profesión la traía arraigada por su madre Argentina, quien según destacaron mensajes, también era enfermera. Recibió gran cantidad de pésames y mensajes de ánimo.
Amiga recordó a la enfermera
Maribel Ayala, una de sus amigas, expresó a TIEMPO Digital que se conocieron un 1 de noviembre de 2017 en el Catarino Rivas. Ambas llegaron con mucha emoción ya que habían sido seleccionadas para un empleo.
“Ella era una persona humilde con muchas metas por cumplir, trabajadora, responsable, puntual, un poco callada, poco fiestera, su sueño era apoyar a su familia”, destacó Maribel.
De igual forma, reveló que Kelin había llegado a la ciudad ya que, de donde es originaria, no cuenta con fuentes de empleo. Con mucho esfuerzo se hizo de su propio auto, luego compró un terreno y construyó un apartamento.
Seguidamente, el relato de su amiga reveló que fueron a dejar documentos para trabajar en el IHSS, para su suerte, les tocó el mismo turno.
“Lloramos juntas porque ambas estábamos solas sin familia, nos tocó compartir con los pacientes, cenamos y hablábamos de que ella quería viajar”, agregó Maribel.
Igualmente detalló que cuando Kelin se iba a Choluteca a visitar a su familia traía pescado y camarones para vender y hacer más dinero para poder sobrevivir.
“Estaba emocionada porque la mamá se había venido a vivir con ella hace unos días, mañana iniciaba vacaciones en el Catarino. Contenta porque le dedicaría más tiempo a su familia”, seguía relatando Maribel de su amiga.
Para finalizar, la amiga relató que, en sus últimas platicas, Kelin Escobar le dijo que tenía pensado hacerse una radiografía de tórax ya que andaba enferma, y tenía tos.
“Me da miedo que sea COVID. Pero téngalo por seguro que si es eso, no me va a matar porque Dios nos cuida”, fue lo último en decirle.
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