Redacción. Luego de cometer un brutal triple crimen en el barrio El Carmen, en el municipio de El Paraíso, al oriente de Honduras, Joel Zelaya, de 25 años, fue captado tranquilamente tomando café.
El hecho ocurrió en horas de la madrugada, cuando el joven, quien presenta presuntos trastornos mentales, atacó violentamente a sus padres y a su sobrino utilizando un tubo de metal relleno de cemento.
Tranquilidad perturbadora tras la masacre
Vecinos relataron con asombro que, tras haber cometido los crímenes, a Zelaya lo vieron con actitud relajada, tomando café con pan, como si nada hubiese ocurrido. Una fotografía que circula en redes sociales muestra al joven sentado en el suelo, sosteniendo en una mano una taza azul y en la otra, el arma homicida.

El informe policial de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) detalla que el agresor ingresó a la casa de sus padres mientras dormían y les provocó heridas mortales en la cabeza. Luego, se dirigió a otra vivienda cercana, donde atacó a su sobrino de un año y medio, Yeffrey Mateo Zelaya Ramos.
Antecedente grave
Según el Ministerio Público, Joel Zelaya tiene antecedentes penales graves. Hace una década, cumplió una condena por la muerte de un menor de cinco años, lo que refuerza el diagnóstico de conducta peligrosa y desequilibrio mental que ahora pesa sobre él.
Tras su captura, lo presentaron ante los tribunales donde un juez le dictó detención judicial por suponerlo responsable de dos delitos de parricidio, en perjuicio de sus padres, Santos Mario Zelaya Lagos y Verónica Yolanda Rodríguez Alvarenga, y un delito de asesinato contra su sobrino. A Zelaya lo trasladaron al centro penitenciario de Danlí, mientras continúan las investigaciones.

Este nuevo caso vuelve a poner sobre la mesa la urgencia de reforzar la atención en salud mental en el país, así como el seguimiento a personas con antecedentes peligrosos.