Redacción. Un nuevo caso de estafa ha sacudido a Honduras, donde la empresa Keda Mobile Energy Company (KMEC) ha dejado a miles de personas sin sus fondos tras prometerles altas ganancias rápidas.
Según los testimonios, KMEC llegó al país hace un año, instalándose en Choloma, Cortés, al norte de Honduras. Desde su llegada, atrajo a miles con una oferta tentadora: invertir 16,000 lempiras y recuperar el capital invertido en dos meses, más ganancias depositadas en sus cuentas bancarias.
Sin embargo, con el paso del tiempo, el nombre de KMEC comenzó a aparecer en las redes sociales, pero no por buenas razones. La empresa ganó mala fama al ser acusada de cometer prácticas fraudulentas. Finalmente, el 29 de abril de 2025, ante el creciente malestar, KMEC abandonó Choloma, dejando según denuncias, a más de 200,000 hondureños sin acceso a sus fondos. Este abandono desató indignación en todo el país.
A medida que se difundía la noticia, los medios locales revelaron que KMEC también había sido reportada en otros países, acusada de estafar a miles con esquemas similares.
¿Cómo funcionaba su esquema?
El esquema de KMEC operaba mediante una app que prometía generar ingresos a través de la recarga de baterías digitales. Los inversionistas alquilaban estas baterías para generar ganancias diarias. Además, la empresa operaba bajo varios nombres, como Keda y Xtra Energy, y ofrecía ingresos rápidos mediante el alquiler de dispositivos de energía, fusionando tecnología, innovación y rentabilidad inmediata.
El modelo de negocio de KMEC se basaba en el típico esquema piramidal, donde las ganancias de los primeros inversionistas dependían de los fondos de los nuevos participantes. Por ejemplo, un paquete de inversión llamado Keda 3 requería 15,989 lempiras, y prometía ganancias semanales de 1,987 lempiras, y mensuales de 7,950 lempiras. Sin embargo, estos ingresos no provenían de ninguna actividad económica real, sino del dinero aportado por nuevos inversionistas.
Retiros no eran en una casa
En las redes sociales, la empresa promovía reuniones frecuentes en las que explicaban cómo funcionaba la plataforma, cómo realizar las inversiones en efectivo y qué porcentajes de ganancias podían obtener los inversionistas. Estas presentaciones creaban una falsa sensación de transparencia y legitimidad, atrayendo a más personas al esquema.
Sin embargo, según denuncias de varias víctimas, la empresa no contaba con ninguna autorización legal para operar en Honduras, lo que eleva las sospechas sobre su actividad ilícita.
Varios inversionistas aseguran que los retiros de dinero no se realizaban a través de instituciones financieras formales, sino directamente desde una vivienda ubicada en las cercanías de Choloma, lo que refuerza aún más las dudas sobre la legitimidad de la empresa.
Testimonio
Una fuente anónima compartió su experiencia con Diario Tiempo tras invertir 35,000 lempiras en la plataforma de KMEC. A través de la app, recargaba su batería cuatro veces al día para generar ingresos, pero los problemas comenzaron cuando se les exigió un pago adicional de 99.80 dólares (aproximadamente 2,500 lempiras) antes del 30 de abril de 2025, bajo la amenaza de bloquear sus cuentas. Muchos inversionistas, incluso recurriendo a préstamos, realizaron el pago para no perder su inversión.
Además, la promoción de un 50% de descuento en los paquetes de inversión generó más sospechas, ya que los pagos se realizaban a cuentas de Keda, aunque la app estaba registrada como KMEC.
Casos en Guatemala y otros países
El fraude no solo afectó a Honduras. En Guatemala, Nicaragua, República Dominicana y Argentina también se reportaron casos similares.
Prensa Libre, un medio de comunicación de Guatemala, indicó que el Ministerio Público investiga 35 denuncias relacionadas con la misma empresa y sus marcas asociadas. En este país, KMEC y sus plataformas ofrecieron inversiones basadas en dispositivos energéticos. Pero, en realidad escondían un esquema piramidal que afectó a decenas de personas.
Según esta investigación, en este tipo de fraude, los primeros inversionistas obtienen ganancias con los fondos de los nuevos participantes, quienes deben reclutar a más personas para seguir recibiendo ingresos. Cuando ya no ingresan suficientes personas, el sistema colapsa, y los últimos en unirse pierden su dinero. Las ganancias, que se prometían inmediatas, provenían exclusivamente del dinero de nuevos inversionistas y no de ninguna actividad legítima.
Modalidades
La organización empleó al menos tres modalidades para atraer a sus víctimas:
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Inversión en baterías digitales a través de una app
La empresa ofrecía una aplicación móvil que simulaba la carga de una batería digital, prometiendo retornos diarios desde el primer día. Esta modalidad estaba dirigida principalmente a jóvenes interesados en la tecnología. -
Compra de estanterías con baterías físicas
Los inversionistas adquirían estanterías equipadas con baterías recargables físicas, que supuestamente serían instaladas en espacios públicos para su alquiler, generando ingresos constantes. -
Inversión en baterías físicas en el extranjero
A los interesados se les ofrecía la opción de adquirir estanterías ubicadas en países como China o Estados Unidos, con la promesa de poder monitorear sus ganancias a través de la app.
Aunque en redes sociales circulaban videos de eventos promocionales, varios afectados explicaron a Prensa Libre que nunca asistieron a reuniones presenciales. Muchos de ellos fueron convencidos por amigos o familiares que también habían caído en la red de estafa, una característica típica de los esquemas piramidales.
Características del fraude
El esquema de KMEC se disimulaba mediante características clave. Requería que los participantes reclutaran a otros para mantener el flujo de dinero.
Las ganancias aparentes provenían de nuevos inversionistas, no de una actividad económica real. Además, ofrecía retornos rápidos y elevados, cambiaba de nombre o estrategia para evadir denuncias, y usaba una fachada tecnológica (como aplicaciones o plataformas digitales) para aparentar legitimidad.
Las autoridades no han emitido un pronunciamiento oficial, pero las advertencias de los afectados son claras: KMEC está operando fuera de la legalidad.