Redacción. El rapero, compositor, productor discográfico y eventual luchador profesional puertorriqueño Bad Bunny pertenece a ese elenco de estrellas que reservan parte de sus ingresos a ‘engordar’ su garaje. No tanto como Jay Kay, el vocalista de Jamiroquai, aunque como en el caso del británico algunos de sus coches acaban mencionados en sus canciones (Bad Bunny alude en una de ellas a un Bugatti, después de que se comprara un Chiron Sport 110 ans) o aparecen en sus vídeos.
Ahora hemos sabido que el Rolls-Royce que Bad Bunny conduce en el vídeo de Where She Goes, lanzado a principio de este verano, fue un encargo personal que exigió que le preparan en un tiempo récord: solo tres días.
Preparado por RD
El coche es un Rolls-Royce Silver Shadow de finales de los años 60 y el reto de hacerlo en tan poco tiempo lo aceptó el reconocido personalizador de coches RD, que tiene en Estados Unidos una empresa al estilo Gas Monkey Garage llamada Wires Only.
Como en el vídeo se ve al puertorriqueño conducir por un desierto, el coche tenía que tener un aspecto todoterreno, incluso cierto estilo ‘Mad Max’. Debía parecer un automóvil retro que conservara parte de su elegancia, pero con un toque desenfadado y atrevido. Eso sí, sin necesidad de ningún sistema de tracción total (el Silver Shadow es de propulsión), lo que hubiese sido mucho más complejo y difícilmente se hubiese instalado en tres días.
Barras ante la falta de rigidez
Para ello, los chicos de Wires Only cortaron el techo a la magnífica carrocería del Silver Shadow, lo que derivó en un problema de falta de rigidez que se solucionó añadiendo unas barras antivuelco de lado a lado y desde el parabrisas hasta la zona de los asientos traseros.
Además, la suspensión fue elevada casi 8 centímetros para darle un aspecto off-road y se le pusieron unos neumáticos Repulsor M/T RX de conducción 4×4 extrema que le dieron un aspecto intimidante. Cierto que exceden con mucho la anchura de la bella carrocería del Silver Shadow, pero este problema se solucionó añadiendo unos enormes pasos de rueda.
Estatuilla enmascarada
Y todo el conjunto acabó complementado con unos estribos, una máscara negra para el ‘Espíritu del éxtasis’ (la figura sobre el radiador) y unos focos enganchados a la barra antivuelco cuyas tapas lucen una carita sonriente, aunque Bad Bunny prefirió conducir el coche en el vídeo sin ellas.
Lo que permanece intacto en este original Silver Shadow es el motor, un V8 de 6.750 c.c. del que en la década de los 60 Rolls-Royce no comunicaba su potencia, a la que se refería como «la suficiente».
Habrá más ejemplares
El coche en cuestión no está a la venta. Pero si han salido a la luz estas fotos es porque en RD han aprovechado esta ‘locura’ encargada por Bad Bunny para crear más adaptaciones camperas del Silver Shadow. Que no tendrán que ser idénticas a esta, porque tratándose de un coche de capricho hay que atender a las peticiones exclusivas de los clientes, pero sí mantendrán este espíritu transgresor que pidió el cantante puertorriqueño.
De lo que estamos seguros es de que con pocos coches llamaríamos tanto la atención si fuéramos a la playa en este final del verano.
Fuente: Marca