Redacción. El sociólogo venezolano, Tulio Hernández, describió a Venezuela en la década de 1980 como «el millonario de América», al tiempo que lamentó cómo todo cambió en ese país tras el ascenso al poder de Hugo Chávez.
Entre la década de 1950 y 1980, Venezuela prosperaba a un ritmo vertiginoso gracias a la producción de petróleo que permitía a sus habitantes tener el poder adquisitivo más alto de Latinoamérica, según cifras del Centro de Desarrollo de la OECD.
“Venezuela logró un gran desarrollo democrático en muy poco tiempo, gracias (en parte) a la renta petrolera, pero eso no se logró convertir en consolidar una cultura democrática, entonces la riqueza terminó intoxicándola, no fue una fuente para un desarrollo armónico cuando tenía los recursos”, afirmó Hernández.
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Sin embargo, era un país que dependía casi exclusivamente del precio del petróleo, por lo que sufrió una debacle cuando los precios del crudo se desplomaron a partir de 1981. “La economía venezolana se hundió junto con ellos”, señala el estudio «La economía venezolana en tiempos de Chávez», de Mark Weisbrot y Luis Sandoval.
Desastre
Del mismo modo, esto allanó el camino para Hugo Chávez, según indicó el historiador Agustín Blanco Muñoz a la BBC.
«La situación en 1998 era de auténtico desastre y él (Hugo Chávez) pudo presentarse como un salvador en medio de ese desastre porque los venezolanos ya no creían en nadie de los partidos políticos tradicionales».
En ese momento, Chávez irrumpió en la escena política y llegó al poder con la promesa de refundar la nación, de conseguir la justicia social, pero —más de 20 años después— muchos de esos problemas han empeorado. En este sentido, los venezolanos decidieron confiar en un joven militar que había sido repentinamente famoso tras liderar el golpe de Estado de 1992 que intentó derrocar sin éxito al presidente Carlos Andrés Pérez.