La reciente investigación de InSight Crimen, con apoyo de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), evidenciaron el imponente ascenso de Álvaro Colom a la presidencia del país centroamericano; una campaña política que saltó al éxito con la ayuda de tres «dudosos operadores» que obtuvieron financiamiento de parte de asociaciones ilícitas como los Zetas.
Los datos recogidos por Steven Dudley de InSight Crime empiezan relatando cómo el 27 de diciembre de 2010, un comunicado leído en una radio local, alertó a guatemaltecos y puso las cartas sobre la mesa en cuanto a las movidas de Colom para llegar a la presidencia.
“Este mensaje es para el presidente de Guatemala. Somos el grupo de Los Zetas y solo queremos que el país sepa que el presidente Álvaro Colom recibió US$11.500.000 antes de que terminaran las elecciones. El mensaje lo manda la persona que entregó el dinero. Tiene las matrículas de carro y las direcciones donde fue entregado el dinero, y usted, señor presidente, es el que le vendió el país a Los Zetas. Usted asesinó a ‘Bigote’ (Solórzano) y entregó a Turcios a la DEA porque ellos fueron quienes le dieron el dinero. Comenzaremos la guerra en este país, en los centros comerciales, en las escuelas y en las comisarías de policía del país. Con eso se pagarán los 11 millones quinientos mil dólares que el presidente debe. Cumpla sus promesas o se las verá con un monstruo”, leyó el locutor.
Colom se postula a la presidencia en 2003
Álvaro Colom del partido Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), de los más antiguos de Guatemala, empezó su candidatura para ganar la presidencia en 2003.
Las elecciones guatemaltecas habían sido dominadas por quienes controlaban la Ciudad de Guatemala; ningún presidente había ganado las elecciones sin ganado en la capital. Por lo tanto, UNE pretendía revertir esa fórmula.
Para cumplir su propósito surgió en la fórmula un prominente empresario y político, Obdulio Solórzano; a quien apodaban «Yuyo», aunque los Zetas lo nombraron «Bigote».
Solórzano era un operador. Arreglaba contratos del Gobierno en el puerto y otros lugares y obtenía una parte de los contratos. Solórzano utilizó estas ganancias para comprar estaciones de gasolina y hoteles y hacerse de su fortuna.
La estrategia de UNE de ganar la presidencia sin ganar en la capital se centró en el Fondo Nacional para la Paz (FONAPAZ). El cual es un programa de reconstrucción y ayuda a las zonas del país devastadas durante décadas de guerra.
Aunque Álvaro Colom era también un empresario, sus «colegas» lo marginaban al punto de excluirlo de las reuniones de alto nivel entre las élites económicas y políticas que solucionaban los asuntos más importantes de Guatemala.
Los votos que obtendría UNE vendrían de la enorme cantidad de beneficiarios de FONAPAZ y del capital político que generaba. Sin embargo, surgía la pregunta, ¿de dónde sacaría el dinero al no contar con el apoyo de los poderosos empresarios?
En 2003, Álvaro Colom no ganó las elecciones. En cambio, el favorito de la élite política y empresarial llegó al poder. Las limitaciones financieras de su partido le impidieron hacerle frente a Óscar Berger. En ese punto, personas como Solórzano fueron claves.
Durante 2003, Obdulio Solórzano obtuvo más poder. Consiguió el apoyo electoral de quien luego sería alcalde de Escuintla; además obtuvo suficientes votos para convertirse en congresista de ese mismo municipio guatemalteco.
«Entre ambos conformaron la típica estructura guatemalteca que involucraba contratos gubernamentales, sobornos y lavado de dinero», según le dijo a InSight Crime un exfuncionario de la UNE que trabajó estrechamente con ellos.
Dinero de actividades ilícitas
Para la campaña política de 2007, Solórzano fue asignado como uno de los principales operadores financieros y políticos de UNE. En los departamentos bajo su jurisdicción se contactó con altos empresarios para obtener su apoyo.
En Alta Verapaz contactó a Otoniel Turcios; quien tenía negocios agrícolas y de construcción. También había estado conectado con el narcotráfico a comienzos de los 90’s.
A su vez, Turcios trabajaba con otro habitante de la zona, Jorge Mario “El Gordo” Paredes; quien traficaba con drogas y hacia 2007 ambos estaban siendo investigados por la DEA.
Turcios vio en Solórzano la oportunidad de mantenerse al margen de los agentes de la ley. Su relación creció y el empresario agrícola obtuvo contratos con el gobierno guatemalteco.
Más adelante, Turcios cumplió su parte del acuerdo proporcionando dinero para la campaña. Al igual que otros tipos de ayuda, como servicios de transporte y gasolina. Ambos se hicieron muy cercanos, según el informe de InSight Crime.
Tres grandes flujos de ingresos
Cuando Álvaro Colom, liderando el UNE, se lanzó a la presidencia en 2007, tuvo que recurrir a fuentes ilícitas para hacerle frente a su contrincante, el general retirado del ejército Otto Pérez Molina y su Partido Patriota.
Pérez Molina había aprovechado sus propios contactos para robustecer sus arcas y era el favorito de la élite empresaria y política. UNE, por su parte, para ganar las elecciones sin ganar en Ciudad de Guatemala, debían recurrir a los votos del campo.
«Ello implicaba que había que pagarle a un gran número de líderes comunitarios y políticos para que reunieran a los votantes. Y a estos había que proporcionarles transporte y otro tipo de logística, para que en efecto pudieran votar», dice el informe.
Los tres grandes contribuyentes que incrementaron el flujo de ingresos son:
«En la parte superior, operando de manera más oficial y con vínculos con las fuentes más tradicionales de financiación, incluso de la industria farmacéutica y las empresas de construcción, estaba Gustavo Alejos, un poderoso miembro de la élite política y económica, quien administraba la compañía farmacéutica, J.I. Cohen. Alejos también haría contribuciones significativas a la campaña, y más tarde se convertiría en jefe de personal, de modo que pudo empezar a canalizar negocios para sus empresas y las de sus aliados, según señala la CICIG», dice InSight Crime.
Álvaro Colom se casó con Sandra Torres, y su hermana, Gloria Torres, era la segunda gran “recaudadora”. Entre sus contactos se encontraban fuentes de financiación abiertamente ilícitas.
«Según múltiples fuentes locales e internacionales y de la DEA, Gloria Torres forjó relaciones con traficantes como Juan Alberto Ortíz López, alias “Juan Chamalé“, un poderoso transportista de drogas que operaba en el departamento de San Marcos, en la frontera con México, y Waldemar Lorenzana, patriarca de una familia de traficantes que operaba en la frontera oriental con Honduras y El Salvador», agrega el reporte.
Chamalé y Lorenzana trabajan con los rivales de los Zetas, el Cártel de Sinaloa; el cual, según una fuente, ayudó a financiar la campaña de la UNE.
Cabe destacar que también enviaron a un emisario de Honduras para contribuir a la campaña de la UNE. La fuente dice que ese emisario pertenecía a la familia Gastélum Serrano. Ellos son los principales representantes del Cartel de Sinaloa en Centroamérica.
«Según una fuente de la DEA que le siguió el rastro a la familia durante años, César Gastélum Serrano, el líder nominal del grupo, operó desde la ciudad hondureña de San Pedro Sula durante al menos una década, y luego fue capturado en México en abril de 2015. Pero, según la fuente que trabajó en la campaña, supuestamente era otro miembro de la familia el que ejercía como intermediario en el acuerdo con la UNE», agrega.
Finalmente, el tercer gran «recaudador» de UNE era Solórzano. El informe señala que, en la zona de Solórzano en Alta Verapaz, el dinero supuestamente procedía de Turcios.
Aunque el informe no menciona a Los Zetas, según su propio comunicado, el grupo criminal canalizó este dinero a través de Solórzano. Los Zetas afirman que, en total, transfirieron a la UNE un poco más de 200 millones de quetzales; un poco más de US$11 millones.
El 4 de noviembre de 2007, Colom venció a Pérez Molina por cuatro puntos, y así se convirtió en el primer presidente en ganar las elecciones generales sin ganar en Ciudad de Guatemala.
Muerte de Solórzano
Obdulio Solórzano continuó ascendiendo y llegó a convertirse en director de FONAPAZ. Durante su mandato, se malversaron 1,4 mil millones de quetzales (US$175 millones).
«A principios de 2009, los anhelos políticos de Solórzano dentro de la UNE se estaban desmoronando rápidamente. No tenía contacto con Álvaro Colom, y sus enemigos dentro del partido estaban comenzando a filtrar información sobre las infracciones de FONAPAZ y sus dudosas conexiones con narcotraficantes como Turcios, quien ya estaba oficialmente en el radar del Gobierno y de la DEA», explica InSight Crime.
En el mes junio de 2009, Solórzano fue echado de la fórmula. Contactó a otros partidos políticos para integrarse a sus líneas, aunque no concluyó el proceso. El 7 de julio de 2010 fue víctima de una emboscada y acribillado junto a uno de sus guardaespaldas.
Fuente: InSight Crimen
