Redacción. La Caminata de Oración por Honduras concluyó este sábado en la capital con un acto simbólico de fe y esperanza, en el que miles de hondureños de todas las edades se reunieron para reafirmar su deseo de paz, unidad y justicia en el país.
La jornada, que durante varias horas llenó las calles de la ciudad, culminó con un mensaje del arzobispo de Tegucigalpa, José Ángel Nácher Tatay, quien recordó la importancia de caminar juntos como ciudadanos y como comunidad de fe.

“Hermanos y hermanas de buena voluntad, la paz del Señor esté con ustedes. Qué hermosos son los pies del mensajero que trae buenas noticias de salvación”, dijo Tatay, citando el libro de Isaías.
“El pueblo de Honduras expresa su deseo de amistad y queremos creer que no hay nadie que no quiera la paz que brota de la justicia”, agregó, recordando que la caminata busca llevar un mensaje de esperanza a toda la nación.
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Impresionante caminata
Durante el recorrido, se observó la diversidad de participantes: niños que corrían y sostenían carteles con mensajes de unidad, adultos mayores que avanzaban con paso firme, personas con discapacidad acompañadas por familiares, ciclistas, motociclistas y familias que incluso llevaron a sus mascotas.
Esa variedad reflejó un espíritu inclusivo y pacífico, donde todos los hondureños compartieron un mismo objetivo: manifestar su fe y su compromiso con un país en paz.

El arzobispo Tatay también hizo un llamado a la ciudadanía de cara a las elecciones de noviembre de 2025.
“Invitamos a todos los ciudadanos con derecho a votar a ejercer su responsabilidad y su derecho con respeto e ilusión. Cada quien, en su conciencia, que opte, porque la mirada atenta de la ciudadanía acompañará este proceso democrático”, aseguró.

Además, enfatizó la necesidad de diálogo y transparencia por parte de quienes aspiran a cargos públicos.
“Sería muy positivo que establecieran momentos de encuentro y diálogo abierto en busca del bien común, y que expresen públicamente los valores que los inspiran, como un nuevo acto de transparencia e información”, dijo Tatay.

Caminata de oración
La caminata concluyó con una exhortación a vivir los valores del Evangelio de Jesucristo y a difundirlos en todos los rincones del país. “Bienaventurados los que caminan juntos por Honduras. Gracias, hermanos, y Dios los bendiga”, finalizó Tatay, ante la ovación y la emoción de los presentes.

El evento dejó una imagen clara: la fe, la esperanza y la unidad pueden movilizar a hondureños de todas las edades y condiciones, demostrando que, más allá de diferencias, es posible avanzar juntos hacia un país donde la verdad, la justicia, la libertad y la equidad sean pilares de la sociedad.
