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domingo, julio 13, 2025

Artista creyó vender obra a Lady Gaga y descubre años después que fue estafada

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Redacción. La artista Emma Webster, reconocida por sus paisajes oníricos y una carrera en ascenso dentro del arte contemporáneo, fue víctima de una estafa que durante dos años la hizo creer que había vendido una de sus obras a la cantante Lady Gaga.

El caso, que actualmente investiga el FBI, ha generado preocupación en el mundo del arte por la falta de protección a los creadores frente a fraudes sofisticados.

Un correo que lo inició todo

El engaño comenzó en 2022, cuando Webster recibió un correo electrónico firmado por “Stefani Germanotta”, el nombre real de Lady Gaga. El mensaje expresaba admiración por su trabajo y mencionaba una colección privada con obras de artistas como Yayoi Kusama y Louise Bourgeois.

La dirección parecía legítima: ladyandkoji@gmail.com, en alusión al perro de la cantante.

Conmovida por el interés, la artista respondió con entusiasmo y ofreció una pintura disponible: Happy Valley, una obra de gran formato (2.1 x 3 metros).

La supuesta Gaga mostró interés inmediato, pidió un “descuento de coleccionista” y Webster accedió, aunque pidió confirmar la identidad de la compradora.

Artista
Emma Webster.

Un pago convincente y una entrega sin sospechas

Para ganar su confianza, la estafadora envió una fotografía de Lady Gaga con gafas oscuras y un suéter gris, supuestamente tomada antes de un viaje. También indicó que una asistente se encargaría del pago y la logística.

Días después, Webster recibió 55,000 dólares por la pintura y organizó el envío, creyendo que su obra formaría parte de la colección de una de las figuras más influyentes del entretenimiento.

“Le pongo mucho cariño a cada obra… normalmente vendo a coleccionistas que conozco en persona”, —escribió Webster en uno de sus correos.

Aun así, accedió a entregar Happy Valley, con la única condición de que no fuera revendida durante al menos cinco años.

El descubrimiento inesperado

Dos años más tarde, en 2024, el padre de Webster navegaba por Instagram cuando vio la pintura en una publicación de la casa de subastas Christie’s. La obra aparecía como uno de los lotes destacados de una subasta en Hong Kong. La artista, sorprendida, inició su propia investigación.

La artista identificó varias señales de alerta que en su momento había pasado por alto: el albarán de envío no especificaba dirección final, el supuesto “gerente” de Gaga, Chris Horton, no existía, el correo electrónico era falso y la imagen enviada había sido tomada de la cuenta oficial de X (antes Twitter) de la cantante.

Confirmación del fraude

Al contactarse con el verdadero mánager de Lady Gaga, Bobby Campbell, Webster recibió la confirmación de que todo había sido un engaño:

“Ella no tiene este correo electrónico ni tenemos un administrador llamado Chris. Mis más sinceras disculpas por el engaño”, le escribió.

La artista presentó una denuncia ante el FBI, que actualmente lleva una investigación por suplantación de identidad con fines lucrativos, un delito penal según la legislación del estado de California.

Lady Gaga
“Happy Valley”, de Emma Webster.

¿Dónde está Happy Valley?

La obra llegó a la casa de subastas Christie’s de Hong Kong a través del galerista Matt Chung, quien aseguró haberla adquirido por medio del asesor de arte John Wolf, en Los Ángeles. Ambos afirmaron desconocer el origen fraudulento de la pieza.

Christie’s retiró la obra de la subasta, pero se negó a devolverla hasta que se resuelva el conflicto legal.

“Como parte neutral, una vez que se nos confía una obra, estamos obligados a conservarla en caso de que surja algún problema hasta que este se resuelva”, —informó una portavoz de la casa de subastas.

Chung, por su parte, propuso compartir el 30 % de la eventual venta con Webster, oferta que la artista rechazó a través de su abogado.

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