Redacción. Las autoridades dominicanas arrestaron a Antonio y Maribel Espaillat, propietarios de la discoteca Jet Set en Santo Domingo, tras el colapso del techo del icónico local que provocó la muerte de 236 personas y dejó más de 180 heridos el pasado 8 de abril.
El procurador Wilson Camacho, a cargo de la investigación del Ministerio Público, confirmó que ambos fueron interrogados durante varias horas antes de su detención.
El funcionario señaló que los hermanos incurrieron en negligencia grave al no corregir fallas estructurales advertidas días antes por personal del establecimiento.
Los acusados, vinculados a la empresa Inversiones E y L, también habrían intentado interferir con testigos clave, según la Procuraduría. Nuevas evidencias, como mensajes enviados por un extrabajador alertando sobre los riesgos de celebrar la fiesta, agravan su situación legal.
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La tragedia
El desplome del techo ocurrió durante una concurrida actividad nocturna donde actuaba el merenguero Rubby Pérez, quien también falleció.
En el evento había cientos de personas y las labores de rescate se extendieron por más de 50 horas, logrando sacar con vida a 189 asistentes.
Entre las víctimas se encuentran personalidades como la gobernadora Nelsy Cruz, hermana del pelotero Nelson Cruz, el exlanzador Octavio Dotel y el diseñador Martín Polanco, así como altos ejecutivos del Grupo Popular.
Una comisión técnica, con participación de expertos internacionales, analiza posibles fallos en las inspecciones previas y el uso de maquinaria pesada sobre la estructura colapsada. Más de 60 querellas se presentaron hasta ahora, algunas contra el Estado y el Ayuntamiento.
El Jet Set, considerado uno de los clubes más emblemáticos de República Dominicana, operó por casi 50 años y albergó conciertos de reconocidas figuras de la música local e internacional.
