26.6 C
San Pedro Sula
jueves, mayo 2, 2024

Arquitectos de una nueva patria

Debes leer

Patricia Murillo Gutiérrez
Para Rigoberto, colega maestro, que no se repliegue, es cuestión de tiempo. Y para todos los lectores y lectoras de Tiempo, el diario que se lee primero, imbatible ante la daga inquisidora del Medioevo que azota el país.

Al canto del gallo se mueven los pueblos desde la antigüedad. También, el paso del tiempo fue medido  con precisión por los infalibles relojes de arena, relojes de sol y hasta de agua. Especialmente por los conquistadores romanos que arrasaban no solo con los enemigos, sino también con los conocimientos, los que  reproducían y mejoraban en sus dominios.

En Honduras nuestros padres Mayas fueron honrosamente sabios en la medición del tiempo,su calendario Y aun asombra por su matemática exactitud.
Hoy que parece que aquí el  tiempo se detuvo y retrocedió centurias, hasta llevarnos más atrás de la luz eléctrica, mucho más lejos que el telégrafo y  todavía peor, a las garras de la nada Santa Inquisición que tenía sus índices “sagrados” donde indicaban que leer y que no.

Nuestro país se hunde a pedazos y eso lo sabe la señora del mercado Medina y concepción, como los parroquianos del Mayoreo de Tegucigalpa, que surgió de las cenizas gracias al tesón de sus vendedores y no por miserables eco fogones que les llevaron en demagógica actitud.

Que la economía está en números rojos lo maneja muy bien el sastre que remienda ropa, la modifica porque la gente ya casi no estrena nada nuevo. Lo sabe el taxista y el ayudante de albañil. Pero también el universitario, el banquero, el empresario, aun aquel que aplaudió el Golpe de  Estado, y hoy sufre las peores consecuencias de su permisividad. De haber permitido que la tiranía se gestara desde entonces y hoy como Bertold Brecht lo anunciara hace décadas, “también vienen por  mí y ya es demasiado tarde”.
Vivimos en el país que ellos, el lado oscuro,  construyo a base de deformaciones internas y externas como la sucia pero certera  Carta Rolston, donde Tío Sam y su poderosa transnacional bananera indicaban cómo manejar, envilecer a nuestro pueblo y cómo con lisonjas  obnubilar a sus gobernantes, incluyendo a las mal llamadas primeras damas.

Hoy se llaman Ley Kingpin y los nuevos malinches, corren cuando el amo manda a atropellar los derechos humanos de millares de trabajadores hondureños del Grupo Continental, arrasando cual Atila con todo lo que tenga que ver con su patrimonio, aunque no hayan sido vencidos en juicio.

Un país  traicionado mil veces por la corrupta clase política y militar que lo ha dominado. Un conglomerado lleno de patologías sociales que exasperan y hacen difícil la vida.
En 1583 Galileo descubrió las leyes del péndulo y construyo con su hijo Vicenzo el primer reloj que utilizo el péndulo como regulador. Hoy, usted y nosotros construimos de entre las cenizas, somos los arquitectos de una patria refundada.

Estás a un paso de recibir nuestro PDF Gratis

Última Hora

Hoy en Cronómetro

error: Contenido Protegido