AFP.- El presidente de Guatemala, el socialdemócrata Bernardo Arévalo, reconoció este viernes que algunas zonas de la capital viven “prisioneras” de las temibles pandillas, al reaccionar a un llamado de la ONU para que actúe para frenar el reclutamiento de menores por parte de esas bandas.
«Uno de los problemas centrales que existen en este sentido es el abandono de las autoridades públicas. También de las comunidades de esas zonas en donde se está concentrando esta población que vive al margen y prisionera de la actividad de las pandillas», dijo el mandatario en rueda de prensa.
El jueves, el Comité de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño pidió en Ginebra al gobierno guatemalteco aumentar las medidas de prevención para frenar el reclutamiento de menores por parte de pandillas y bandas de narcotraficantes.
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La petición se hizo durante un informe sobre el cumplimiento en Guatemala de la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño.
«Es una preocupación con la que nosotros nos identificamos plenamente», agregó. A su vez, indicó que se están diseñando medidas para contener la actividad criminal de las pandillas o ‘maras’ y tener mayor presencia de las instituciones del Estado en esas zonas.
Alternativas
El gobierno busca generar “alternativas de vida para que la juventud tenga muchísimas más oportunidades y no caiga prisionera” de esos grupos, manifestó.
Las pandillas Barrio 18 y Mara Salvatrucha se disputan ferozmente el control de territorios para exigir el pago de extorsiones a transportistas y comerciantes. Quienes se niegan a pagar, pierden la vida de manera violenta, según las autoridades.
Guatemala enfrenta una violencia criminal que en 2023 dejó 4.361 homicidios, unos 25 por cada 100.000 habitantes. La mitad de estas muertes violentas son atribuidas al narcotráfico y las pandillas.