TEGUCIGALPA, HONDURAS. A partir de la próxima semana, los taxistas reanudarán, parcialmente, operaciones en Tegucigalpa y Comayagüela, capital de Honduras, según anunció Carlos Madero, titular de la Secretaría de Trabajo.
El funcionario desveló que la secretaría aprobó la circulación a través de un proyecto piloto. Bajo esa modalidad, será un número reducido de unidades que regresará a las calles y sólo podrán, según lo establecido hasta el momento, llevar dos pasajeros. Ellos pedían tres.
Además, el cumplimiento de estrictos protocolos de bioseguridad será una exigencia primordial. La información provista indica que el manual que se implementará se elaboró de forma conjunta con expertos técnicos y financieros de la Unión Europea (UE).
Cabe recordar que, hace un par de semanas, el rubro presentó un novedoso mecanismo mediante el cual solicitó su retorno a labores. Se espera que mediante la utilización del mismo, además de las disposiciones del protocolo establecido, operarán los taxis.
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Solidaridad pero conciencia del riesgo latente
El secretario también apuntó que el transporte público es, después de los centros asistenciales, un foco de contaminación de COVID-19. Eso, dado que implica aglomeración de personas, cuyo historial sanitario o posible contagio asintomático es desconocido.
Por tanto, Madero ejemplificó la situación mediante la experiencia de las naciones más desarrolladas.
«Está comprobado en las grandes ciudades que, cuando se reactivó el transporte público de pasajeros, la situación se complicó, a pesar que en esos países funcionan sistemas de transporte público más sofisticados que el nuestro», advirtió.
No obstante, aseveró que buscarán llegar a acuerdos con las dirigencias de los diferentes sectores del transporte para crear escenarios donde sea viable el reinicio de sus actividades.
El Gobierno designó que se les dará un bono mensual de L2 mil a los motoristas, lo que llega a sustituir las bolsas solidarias que solían recibir. Madero afirma estar del lado de los trabajadores que están sin sus quehaceres habituales.
«Yo me solidarizo con ellos pues no es fácil por lo que están pasando y también con las empresas que hoy no pueden operar en forma normal, porque simplemente las condiciones no lo permiten», manifestó.
«(El transporte público) es uno de los actores que más está sufriendo por la pandemia. Eso lo comprendemos muy bien por lo que hemos tratado de establecer pláticas con ellos. Aún no tenemos nada firme y sabemos que el tema de la pandemia se está arreciando en los últimos días», concluyó Madero.
Es oportuno mencionar que el transporte público -incluidos los taxistas- cesó operaciones, por disposición gubernamental, el 16 de marzo; ya suman alrededor de dos meses y medio sin recibir ingresos.
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