Redacción. El sector energético en Honduras enfrenta un panorama incierto para 2025, con pronósticos que sugieren que los apagones recurrentes podrían generar pérdidas económicas que alcanzarían hasta 2,500 millones de lempiras durante la primera mitad del año.
Esta estimación fue realizada por el arquitecto Juan Carlos Rodríguez, un experto en temas energéticos, quien explicó que el país sigue lidiando con fallas en el sistema eléctrico, lo que impacta negativamente en la economía nacional.
Rodríguez destacó que, a pesar de algunas mejoras en subestaciones y trabajos en las líneas de transmisión, el sistema de distribución de energía sigue siendo muy similar al del año anterior, lo que podría resultar en interrupciones frecuentes, especialmente durante los meses más calurosos.
«Si las olas de calor se repiten con la misma intensidad que en 2024, Honduras podría enfrentar los mismos problemas de cortes de energía que afectaron a diversas zonas del país, particularmente al norte, donde las pérdidas económicas fueron más significativas», mencionó Rodríguez para HRN.
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El experto señaló que la falta de acuerdos previos en el sistema regional de interconexión energética ha influido directamente en los apagones. Esto impide un abastecimiento adecuado durante los picos de demanda energética.
Rodríguez advirtió que, si no se mejora la gestión de los recursos hídricos, el impacto económico podría ser aún mayor. Además, si no se toman medidas preventivas, la situación empeoraría considerablemente.
Las pérdidas económicas y su impacto
El arquitecto estimó que si las condiciones climáticas y la gestión energética no mejoran, las pérdidas económicas durante el primer semestre de 2025 podrían ascender de L1,000 millones hasta los L2,500 millones.
Los apagones afectan tanto a la industria como a los hogares. Como resultado, se provocan interrupciones en la producción, se afecta la calidad de vida de los ciudadanos y se genera incertidumbre económica.
Rodríguez también mencionó que, aunque se han realizado esfuerzos para mejorar algunas líneas de transmisión, la infraestructura energética en el país aún no está suficientemente robustecida. Esto podría seguir afectando gravemente la economía de Honduras debido a las crecientes demandas de energía.
La advertencia del experto resalta la urgencia de que el gobierno y las autoridades energéticas tomen acciones más decisivas para garantizar un suministro eléctrico estable. De no hacerlo, se corre el riesgo de un colapso en el sistema y de aumentar las pérdidas económicas derivadas de los apagones.