Tegucigalpa, Honduras. A dos años del asesinato de la ambientalista hondureña Berta Cáceres, la madrugada del 3 de marzo de 2016, familiares y líderes populares se alistan para realizar una serie de actividades en conmemoración de su fallecimiento.
En ese sentido, Diario TIEMPO Digital, sostuvo una entrevista exclusiva con Marcela Olivia Zúniga Cáceres, hija de la extinta líder ambientalista hondureña.
Este portal digital platicó de diversos temas con Zúniga Cáceres, quien hoy por hoy es diputada al Congreso Nacional de Honduras, por el partido de oposición, Libertad y Refundación (Libre).
Entre los temas abordados sobresalen su diario vivir. Además, su carrera política en el país. Asimismo, los preparativos que realizan en conmemoración del asesinato de su progenitora.
A continuación, Diario Tiempo Digital le reproduce textualmente la entrevista con la diputada Marcela Olivia Zúniga Cáceres.
Pregunta (P): ¿Quién es Marcela Olivia Zúniga Cáceres?
Respuesta (R): Tengo 28 años de edad, nací a finales de los conflictos armados que habían en nuestro país en la década de los años de 1980. Nací en la ciudad de Siguatepeque, departamento de Comayagua.
(P)¿Cómo fue su infancia?
(R): Tuve una infancia muy bonita, y es de lo que más afortunada me siento, porque mis padres no me hicieron pequeño el mundo. No me hicieron creer que el pueblo donde crecí era todo el mundo.
Me hacían sentirme orgullosa de mi identidad, y creo que es algo que nos hace falta a muchos padres de Honduras; enseñarles a nuestros hijos sus orígenes, porque no podemos negarle su propia existencia.
Siempre fui una niña de carácter fuerte, gracias al ejemplo que tuve de mi abuela y mi madre. No crecí en aldeas, sino que en la ciudad de La Esperanza, Intibucá, donde me di cuenta de los problemas que pasan las comunidades indígenas en el país.
(P) ¿Se considera una mujer indígena?
(R): Claro, me considero una mujer lenca y me siento muy afortunada de haber reconocido mis raíces. Sin embargo, mucha gente me cuestiona que porque soy alta y tengo algunas facciones que no son particulares de los lencas.
La identidad cultural es algo que se lleva en lo más sagrado del alma que puede tener un ser humano. Mi mamá me enseñó a sentirme orgullosa de los que soy, porque ese es el lado que tenemos que demostrar.
Yo no me siento orgullosa de decir que tengo descendencia española, la cual oprimió a los pueblos; aunque yo tengo apellidos españoles.
(P) ¿Cómo describe la situación actual en Honduras?
(R): La situación actual que vive el país es el resultado de una serie de golpes que se han venido repitiendo a lo largo de la historia. Vivimos en un país que no hay justicia, y yo soy una de las víctimas que prevalece.
Estamos en un sistema sumamente excluyente, que impone el odio contra los pueblos y la población hondureña ha sido la principal víctima. Nadie en este país está exento de la violencia, donde se violan los derechos más elementales.
(P) ¿Qué concepto tiene de la población hondureña?
(R): El pueblo hondureño es sabio, valiente y está resistiendo de manera heroica ante todo el poderío económico y político de todo el imperio norteamericano, en este caso del Departamento de Estado de los Estados Unidos.
A pesar de que se ha violentado la voluntad del pueblo, este sigue en la lucha. La justicia ha llegado a los pobres, no del todo, pero ha llegado de cierta forma.
(P) ¿A su criterio, cuál será el camino político que tomará en los próximos meses la oposición hondureña?
(R): Creo que como Alianza de Oposición hemos demostrado que queremos el diálogo, pero un diálogo con condiciones que nos permita realmente confianza y credibilidad.
Además, una garantía que ese diálogo va a servir para algo, no que va a servir para mantener en el poder al tirano y dictador, como lo es Juan Orlando Hernández.
De igual forma, vamos a luchar por las reformas electorales y que sea Naciones Unidas que integre una comisión y proponga una mediación para salir del conflicto político social en el cual nos encontramos.
También, pediremos que una auditoría forense a todo el sistema de elecciones generales a partir del 26 de noviembre del 2017. Que lo haga un ente propuesto por las Naciones Unidas.
(P) ¿Fue difícil convertirse en diputada?
(R): Sí, porque nosotros tenemos mucho en nuestra contra. Una de las razones por las que decidí participar en política fue el asesinato de mi madre; me cambió todo. A raíz de esa situación de injusticia trágica, de arrebatarnos nuestra madre, consideramos que era una de los escenarios donde podíamos pedir justicia.
No es solo hacer justicia para Berta Cáceres, sino que para el pueblo Lenca y hondureño. Creemos que el Congreso Nacional es el espacio donde tenemos que hacer la mejor lucha.
Otro de los problemas que tuvimos fue el poco ingreso económico. Hicimos nuestra campaña a sin mucho dinero; fue a pura lucha y reconocimiento de nuestro pueblo intibucano.
Estar aquí no es un privilegio, es un sacrificio y lo hacemos con gusto por todos los hondureños desprotegidos. La responsabilidad que yo tengo como diputada la asumo con mucha valentía.
Desde que empecé esta lucha fui consiente que será difícil. En mi departamento, nunca ha habido una diputada mujer propietaria, hubo una suplente que fue mi abuela.
Hemos luchado contra ello, a pesar de los estereotipos que hay en la sociedad hondureña. Competí contra el machismo, fue una lucha desigual. Además, tuvimos que remar contra corriente y aguantar insultos.
(P) ¿Por qué cree que asesinaron a su madre?
(R): A mi madre la asesinan porque denunció los negociazos que se hacen en el país con los contratos de energía. Por eso asesinan a Berta Cáceres, porque ya tocó el mero poder económico en este país.
(P) ¿Qué preparativos realizan para conmemorar el segundo aniversario del asesinato de Berta Cáceres?
(R): En la conmemoración de los dos años de muerte de mi madre viene oleadas fuertes de denuncia a través de la organización que ella lideró como es el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH).
Es importante reconocer que el momento más álgido de la lucha no ha pasado. Nos dispones para realizar una gran batalla a nivel internacional, nacional y local, donde exigiremos justicia.
A uno cuando le asesinan a su madre, lo que más le quitan es el miedo. Creen que con amenazarnos nos amedrentarán. Vamos a seguir haciendo las denuncias correspondientes.
Estamos seguros que la comunidad internacional nos va a respaldar. Y no vamos a abandonar las calles, seguiremos dando la lucha desde todos los escenarios que podamos.
(P) ¿Qué tendría que suceder para que usted y su familia esté en paz, en relación a la muerte de madre?
(R): Creo que tenemos que tener paz interna independientemente de todo. Somos seres humanos de paz porque creemos que la paz no es un discurso vacío. A mí nada me costaría haberme ido del país la madrugada del 3 de marzo, el día que asesinaron a mi madre.
Sin embargo, nos quedamos para luchar, porque no podría tener paz si no lucho no solo por la muerte de mi madre. Sino que por todas las muertes en contra de nuestro pueblo.
En relación directamente al caso de mi mamá, no vamos a dejar de pedir paz, mientras no cese la concesión de nuestros territorios de manera ilegal. Asimismo, queremos que los actores intelectuales de la muerte de mi madre sean castigados.
Son casi dos años exigiendo justicia por la muerte de mi mamá, y estamos dispuestos a pasar toda una vida exigiendo justicia si es necesario.
(P) ¿Venganza o justicia?
(R): Lo que queremos es justicia, no queremos venganza, pero sí justicia. Queremos a los asesinos en la cárcel, jamás nos sentaríamos con los asesinos de nuestra madre.
Su llamado al pueblo hondureño
(R): Mí llamado al pueblo hondureño es que no espere que nadie nos va a salvar, no tenemos que esperar nada de los Estados Unidos. No hay que sorprendernos por las posiciones que se tomen por parte del gobierno norteamericano.
El camino que nos queda es formarnos, organizarnos, movilizarnos y sumarnos a los comandos de insurrección popular. No creemos que la caída de Juan Orlando Hernández está lejos.
En cuestión de meses, este país va a ver la luz, tenemos que tener la confianza y la voluntad en que saldremos adelante.
Caso Berta Cáceres
Es oportuno recordar que Berta Cáceres fue ultimada por desconocidos que entraron a su casa de habitación en la ciudad de La Esperanza, Intibucá, en el occidente de Honduras, a eso de las 11:40 de la noche del 2 de marzo del años 2016.
De acuerdo a la autopsia legal, la ex líder ambientalista recibió tres disparos de arma de fuego en su abdomen. Esto, a mano de dos hombres que se bajaron de un carro marca Volkswagen, color gris, según el informe policial.
Fue hasta pasadas unas cuantas horas después del asesinato cuando llegan las autoridades policiales a acordonar el área y la escena del crimen. De igual manera, empezaron a llegar familiares y compañeros de la extinta ambientalista hondureña.
Hasta el momento son ocho las personas detenidas por el crimen de la líder ambientalista Berta Cáceres. Los imputados son: Sergio Rodríguez, Douglas Bustillo, Mariano Díaz y Elvin Heriberto Rápalo. Asimismo Javier Hernández, los hermanos Emerson Eusebio y Edilson Atilio Duarte Meza y Óscar Aroldo Torres Velásquez.
Todos están acusados por los delitos de asesinato en contra de la dirigente indígena y de tentativa de asesinato en contra del testigo protegido, Gustavo Castro; quien es un activista pro ambiente mexicano que dormía en la casa de Cáceres la noche del evento.
Un juez con jurisdicción nacional determinó meses atrás elevar a juicio oral y público la acusación de cuatro supuestos implicados en el crimen de Cáceres y ya se ha constituido la sala que conocerá el caso en su etapa final.
