ESTADOS UNIDOS. Al cruzar la frontera, un niño hondureño de apenas 8 años relató entre lágrimas el duro camino que tuvo que pasar para llegar a los Estados Unidos en compañía de su padre.
Anderson, en una entrevista con la cadena internacional de Telemundo, contó que tuvo que aguantar hambre en toda su travesía.
«Vengo aguantando hambre del camino […] toditos los días que vengo caminando y aguantando hambre», dijo el pequeño.
También, el infante confesó que lo más duro del camino fue no haber comido nada, no haber bebido agua y no dormir.
Además, ante el cuestionamiento del periodista de que si había dejado a alguien en Honduras, el pequeño respondió llorando que a nadie, ya que su madre y su hermanita habían muerto hace tres meses.
Una dura vida en Honduras
Por su parte, el padre del menor, Reynaldo Hernández, explicó que decidió emigrar a los Estados Unidos porque perdió a su esposa y a su pequeña hija de 6 meses.
«Allá está muy dura la situación. Los recuerdos con mi esposa, perdí mi esposa, mi hija de 6 meses, naciendo pues», expresó.
El hondureño entre lágrimas aseguró que «la situación con los médicos en Honduras es pésima», ya que a los tres días de haber muerto su bebé, su compañera de hogar también falleció.
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Perdió su trabajo
Hernández contó a Telemundo que él tenía un negocio de helados, pero le robaron y perdió todo.
«Allá la delincuencia me hizo quebrar, se me metieron para la muerte de mi esposa, se me metieron, me robaron todo, el freezer y todo», indicó.
El niño Anderson y su papá ya se encuentran dentro del país norteamericano, sin embargo, se desconoce su situación legal.
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