Redacción. Ganarse la lotería es un sueño para miles de personas en Estados Unidos (EE. UU.), ya que los premios suelen ser millonarios y permiten saldar deudas, adquirir bienes deseados o invertir para cambiar la vida.
Sin embargo, en los cuatro casos que a continuación conocerás, obtener el premio mayor se convirtió en una verdadera pesadilla: dos terminaron tras las rejas, uno fue estafado y otro quedó solo, luego de que su esposa lo dejara.
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Caso 1: el inmigrante que su jefe quería quedarse con el premio
El primer caso es el de José Antonio Cua-Toc, originario de Guatemala. Tras ganar la lotería, fue encarcelado por encontrarse indocumentado en Estados Unidos. Su premio ascendía a aproximadamente 750 mil dólares y lo obtuvo en 2010, en el estado de Georgia.

Cuando supo que era ganador, y temiendo exponer su estatus migratorio, le pidió a su jefe, Erik Cervantes, que cobrara el premio por él. Sin embargo, tras recibir el dinero, Cervantes se negó a entregárselo, argumentando que él lo había enviado a la tienda para comprar el boleto ganador.
A los pocos días, Cua-Toc fue encarcelado bajo la acusación de supuestamente amenazar a Cervantes mediante llamadas, diciéndole que mataría a él y a toda su familia si no le devolvía el dinero.
En mayo de 2011, agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) trasladaron a Cua-Toc al Centro de Detención Stewart en Lumpkin, después de recogerlo de la cárcel del condado de Houston.
Demanda
Mientras estaba encarcelado, sus abogados presentaron una demanda contra Cervantes y su esposa. Por ello, un juez determinó que las ganancias debían permanecer congeladas hasta resolverse el caso.
Mientras tanto, otro juez, también relacionado con el proceso, ordenó al guatemalteco abandonar voluntariamente EE. UU. el 6 de septiembre de 2011; de lo contrario, sería deportado y no podría regresar durante 10 años. Cua-Toc había ingresado al país sin documentos en el año 2000.
Los abogados lograron que se le permitiera permanecer en EE. UU. hasta la resolución del juicio civil sobre el premio. En marzo de 2012, un jurado de la Corte de Houston County falló a favor de Cua-Toc, luego de analizar videos donde se le ve comprando el boleto y celebrando su victoria esa misma noche.
Finalmente, Cua-Toc recibió $517,500 del premio tras la retención de impuestos. Desde entonces, ha permanecido fuera de los medios y se desconoce si fue deportaron.

Caso 2: el ganador al que le retuvieron el premio por ser inmigrante
El caso número dos es de un mexicano, también indocumentado, que reside en Arizona, Estados Unidos. Tras ganarse el premio, pasó de la alegría a la frustración, porque lo que parecía ser suerte se volvió una pesadilla administrativa que le impidió acceder a su dinero.
Según relatan, el hombre compró dos boletos instantáneos de 10 dólares del juego Cross Word. Uno de ellos resultó ganador de $25 mil. Luego de las deducciones fiscales, la Lotería de Illinois le entregó un cheque por $17,765.
El inmigrante relató que la noticia lo impactó. «La emoción fue tan grande que casi me desmayó». Más tarde explicó: «Venía saliendo de trabajar, pasé con mi esposa a la tienda y cuando lo revisamos, traía $25 mil».
El caos comenzó cuando intentó cobrar su premio. Debido a su estatus migratorio, pidió a un familiar que lo retirara y luego lo depositó en un cajero de Chase Bank en Addison. Solo habían pasado unos días cuando empezaron a llamarlo del banco solicitando más información.

Verificación
El banco inició un proceso de verificación de identidad, pero los documentos que él presentó nunca fueron aceptados. «Me cancelaron mi cuenta y desde ese momento ya no tengo tarjeta», relató.
El ganador contó que intentó varias veces acreditar su identidad, pero: “No aceptaban pasaportes, no aceptaban IDs, licencias, nada, ni siquiera los tickets de la foto ganadora”.
Una preparadora de impuestos lo acompañó durante todo el proceso. Por ello, contó que llenó sus impuestos, pagó taxes, ISR, pero no había recibido el premio.
Tras la cobertura de la prensa, Chase emitió un comunicado informando que los fondos habían sido devueltos a la Lotería de Illinois y que ellos resolverían el problema. Luego, la institución estatal confirmó la devolución de los fondos y emitió un nuevo cheque al ganador.
En la segunda oportunidad, el inmigrante pudo cobrar su premio sin complicaciones. Con el cheque en mano expresó alivio y gratitud, porque el premio era algo indispensable para su familia, integrada por él, su esposa y cuatro hijos.
Caso 3: el ganador al que su abogado estafó
El protagonista del tercer caso es Nandlall Mangal, originario de Guyana, quien compró un boleto de lotería en Nueva York y resultó ganador del premio mayor de $245.6 millones de dólares en agosto de 2018.
Según relatos, Mangal no sabía que había ganado el premio gordo hasta una semana después del sorteo, ya que había salido de viaje y dejado el boleto en su casa.
La Lotería de Nueva York detalló que Mangal comentó que no era jugador habitual y que solo compraba boletos cuando el premio superaba los $100 millones. Por ello, eligió la opción de pago único de $99,321,975 después de impuestos. Sin embargo, su golpe de suerte se tornó gris.

Cómo lo conoció
A tan solo unos días de recibir su premio, el ganador conoció a Jason Kurland, un abogado de Long Island identificado como el «abogado de la lotería», y se hicieron amigos. Este jurista convenció a Mangal de invertir más de $15 millones en varias empresas, que los fiscales alegaron más tarde que él y sus cómplices usaron como un “fondo para sobornos».
En un comunicado, el Departamento de Justicia explicó que Kurland cobró comisiones ilegales sin que sus clientes lo supieran. Asimismo, en julio de 2022 lo declararon culpable de estafarles $107 millones, según el fiscal federal de Manhattan, Damian Williams.
Kurland fue condenado por fraude electrónico, fraude de servicios honestos, lavado de dinero y conspiración. En junio de 2023, recibió una sentencia de 13 años de prisión, además de una orden de restitución y decomiso de más de $64.6 millones. La Corte de Apelaciones de Nueva York lo inhabilitó como abogado a partir del 26 de julio de 2022.
Por su parte, Mangal se alejó de los medios y no se sabe qué hizo con el resto de su fortuna.
Caso 4: la pareja rota tras ganarse la lotería
El cuarto y último caso es el de Inés Sánchez y Pedro Quezada, quienes tenían una relación de 10 años y eran muy unidos, pero un premio de lotería los separó.
Pedro era inmigrante de República Dominicana, y ganó el Powerball de $338 millones en marzo de 2013 en Passaic, Nueva Jersey. Para cobrarlo aceptó el pago único de $211 millones antes de impuestos.
Con todos los millones en sus manos, no sabía que eso afectaría profundamente su relación con Inés, una inmigrante mexicana.

Aunque no estaban casados, tenían un hijo en común. Cuando Quezada se negó a compartir la fortuna, Sánchez lo demandó reclamando parte del premio, afirmando que los gastos eran compartidos y que ella participaba en el negocio familiar.
Terminó sin familia
Por su parte, en el juicio, el abogado de Quezada argumentó que Sánchez no tenía derecho al dinero por no estar casados, mientras que los defensores de Sánchez señalaron que Quezada había prometido compartir las ganancias.
Pasó un tiempo y la demanda se resolvió en 2014, cuando Sánchez retiró sus reclamaciones a cambio de no pagar los honorarios legales de su expareja.
«El señor Quezada pasó de tener una familia y poco dinero a tener todo este dinero y ninguna familia», dijo uno de los abogados de Sánchez durante la sesión donde se llegó al acuerdo en una corte estatal.
Poco después Quezada enfrentó críticas por que se fue de la casa sin pagar la renta y sin cumplir la promesa que hizo a todos los vecinos de su calle de pagarles el alquiler por un mes.

En 2017, a Quezada lo acusaron penalmente de agresión sexual contra una menor de 11 años. Los cargos se presentaron en Passaic County, Nueva Jersey. Hasta ahora se ha reportado públicamente el resultado del juicio.