Una reciente investigación estadounidense determinó que los niños que se alimentaron amamantados por sus mamás por largo períodos, reflejaron menos probabilidades de que se les desarrollara asma.
A diferencia, los bebés que directamente no alimentaron de leche materna o fue en poco tiempo, corren un mayor riesgo a padecer de algún tipo de asma.
El hallazgo lo confirmó la revista de salud norteamericana Annals of Allergy, Asthma & Immunology.
“Los resultados del estudio indicaron que cuanto más tiempo amamantaba una madre exclusivamente, menores eran las probabilidades relativas de que su hijo tuviera asma o resultados relacionados con el asma”, dijo Keadrea Wilson, autora principal del estudio y profesora asistente de Neonatología en el Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Tennessee.
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Investigación
Otro hallazgo que determinó esta investigación reveló que algunos de los sustitutos de la amamantada como, por ejemplo, la combinación con fórmula, jugos y otros alimentos, no proporcionó el mismo nivel de protección que le leche materna.
Asimismo, el Estudio Internacional de Asma y Alergias en la Infancia evaluó los resultados de las sibilancias y el asma infantil.
De la misma manera, observó como el uso de medicamentos para el asma, lo que llevó a los especialistas a considerar las sibilancias actuales, el asma alguna vez, el asma actual y el asma actual estricta en sus resultados.
Asimismo, la investigación combinó tres estudios para obtener una gran cantidad de registros: más de 2 mil pares de madre e hijo. Entonces, se obtuvieron estos resultados:
- El 16 % de los niños tenía sibilancias actuales
- 12 % sufrió asma alguna vez
- 12% tenía asma actual
- 9 % padeció asma actual estricta.
Del total de la muestra de niños, el 33 % nunca fue amamantado o amamantado durante menos de 2 meses, el 13 % fue amamantado durante 2 a 4 meses, el 9 % fue amamantado durante 5 a 6 meses y el 45 % fue amamantado durante más de 6 meses.
Asma
Distintos análisis científicos han concordado que el asma es una afección hereditaria y si un niño tiene un padre con ese padecimiento, tiene de tres a seis veces más probabilidades de desarrollar esta enfermedad que alguien que no tiene un progenitor con asma.
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