Tegucigalpa, Honduras.- Estudiantes del instituto San José del Pedregal, en Tegucigalpa, se tomaron las calles principales de esa zona para exigir la reparación de ese centro asistencial.
Alrededor de 100 estudiantes junto a un grupo de padres de familia, colocaron piedras, sillas y llantas para impedir el paso vehicular.
Los alumnos aseguraron que su centro educativo necesita varias mejoras, pues actualmente es difícil recibir clases en ese lugar.
Solucionar la falta de sillas, inmuebles rotos, mal olor producto de las aguas residuales, entre otras deficiencias, exigen los jóvenes.
Piden la presencia de las autoridades
Sobre el problema de las aguas residuales, los padres de familia le piden al Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados (SANAA) que llegue al colegio para arreglar esa situación.
«Llevamos tres años con el problema de las aguas negras, ya no soportamos el mal olor y además queremos sillas», manifestó uno de los estudiantes.
«Faltan sillas, faltan muros y nosotros ya no podemos permitir que nuestros hijos estudien en esas condiciones», denunció una madre de familia.
Los manifestantes aseguraron que los agentes de la Policía Nacional les advirtieron que sólo podrían protestar un par de horas, pero ellos aseguran que la toma será indefinida a menos que la Secretaría de Educación les dé una respuesta.
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Exigen construcción de escuela en Intibucá
Los padres de familia y alumnos de la escuela Juan Emilio Flores se encuentran realizando una protesta y mantienen bloqueado el paso en la carretera de La Esperanza, Intibucá.
La exigencia de los manifestantes es que sigan el proyecto de construcción de este centro educativo.
Desde horas tempranas los ciudadanos se apersonaron a la zona, colocaron piedras y llevaron pancartas.
Según afirman ellos, tienen más de tres años de estar luchando con este problema y no les brindan apoyo alguno.
«Estamos con esta toma de carretera porque ya agotamos todas las instancias de diálogo para que nos escuchen y puedan volver a retomar la reconstrucción del centro educativo», explicó el presidente de los padres de familia.
El hondureño además afirmó que los niños y jóvenes no tienen un lugar digno donde recibir sus clases.
«Desde que inició el proyecto, empezó mal, fuimos los veedores, que fuese una construcción de calidad y no fue así. En ese sentido decidieron parar la obra, estábamos encima y a lo mejor ellos no querían que fuese así», añadió.
El ciudadano también detalló que después de esa situación ellos han seguido presionando que sigan, pero siempre posponen reanudar la construcción.
«No hay una respuesta objetiva, clara, de decir ahora sí, todavía nada, entonces esto es lo que nos queda», agregó.