Redacción.- Con juguetes, cartas y globos adornaron un altar con el que amigos despidieron al pequeño Daniel Enrique Lazo, hondureño de apenas 9 años que murió junto a su madre y familiares en la masacre del viernes 28 de abril en San Jacinto, Texas, Estados Unidos.
En un video publicado en redes sociales se puede observar cómo compañeros de escuela y amigos llegaron hasta su hogar para crear un pequeño altar y poder despedirlo.
Como homenaje al pequeño Daniel, junto a un árbol sus amistades colocaron globos, peluches, cartas, velas y fotografías para recordar al hondureño.
Asimismo, a través de redes sociales varios internautas manifestaron su pesar y quienes lo conocieron también le dedicaron un par de palabras.
«No entiendo qué fue lo que pasó, pero lo que sí creo es que un niño no tiene que morir a tan temprana edad, él era el mejor amigo de mi nieto«, escribió su vecina Marlen Ventura.
«Ahora Daniel es un ángel que va guiar a su papá y hermanos desde el cielo»; «Qué barbaridad! Lo que la gente sin escrúpulos y sin amor hace«; «¡Dios mío, qué dolor tan grande! Dios haga justicia para esta familia», son algunos de los mensajes de internautas.
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Era amigo del hijo del asesino
El tío del menor, Ramiro Guzmán, relató que el pequeño Daniel solía ir en bicicleta a la parada del autobús escolar junto con el hijo de Francisco Oropesa, hombre que ahora es buscado por perpetrar la masacre.
Guzmán aseguró que nunca platicó con Francisco Oropesa, de 38 años de edad, y presunto autor del tiroteo, pero que su sobrino “siempre iba en bicicleta hasta donde lo recogía el autobús escolar” y que “a veces iban juntos”, refiriéndose a Laso y al hijo de Oropesa.
“Eran amigos. Y él (Oropesa) lo mató”, lamentó Guzmán quien habló con la cadena de Noticias Telemundo mientras la policía busca al sospechoso que desapareció en el bosque tras irrumpir el viernes en la propiedad de sus vecinos y matar a las cinco víctimas con disparos en la cabeza, utilizando un rifle AR-15 “al estilo ejecución”.