Redacción (AFP). Joao Almeida ganó la 13ª etapa de la Vuelta a España, donde Jonas Vingegaard, conservó el liderato y el maillot rojo.
El ciclista portugués se llevó la victoria en una de las pistas más largas de la prueba con 202,7 km, entre Cabezón de la Sal y el célebre L’Angliru.
Tras dejar atrás al australiano Jai Hindley y al estadounidense Sepp Kuss, el luso y danés se quedaron solos cuando restaban tres kilómetros para la coronación de la emblemática cima.
Vingegaard se mantuvo detrás del luso lo que quedó de recorrido sin que pareciese decidido a tratar de adelantarlo en los últimos metros. tras el ascenso al temido L’Angliru, un puerto de categoría especial con rampas de hasta el 23% de pendiente.
Las declaraciones de Joao Almeida
«Jonas (Vingegaard) estaba a mi rueda. Estaba en el límite, ambos lo estábamos», declaró Almeida en su llegada a la meta.
El portugués también declaró: «Esperaba su ataque en cualquier momento, pensaba que me iba a pasar en la línea de meta».
«Tenía bien estudiada la llegada a meta y me moví bien. Ha sido un día increíble», finalizó Almeida.
Por su parte, Vingegaard declaró: «Me hubiera encantado ganar hoy. Hicimos todo lo posible, pero, siendo sincero, creo que Almeida se mereció la victoria. Estuvo fortísimo y yo hice lo que pude».
Una pista complicada
La dureza del trazado también hizo mella en el pelotón: Pablo Castrillo, vencedor de dos etapas en la anterior edición, no pudo continuar en carrera por una caída durante el descenso del Alto La Mozqueta. Se marchó entre lágrimas.
Hasta 25 corredores se unieron a la escapada de la jornada hacia ese primer puerto del día, La Mozqueta, de primera categoría, a una media de casi 50 km/h.
Conforme ascendían, algunos corredores se descolgaron y coronaron la cima sólo seis ciclistas: Nico Vinokourov, Bob Jungels, Antonio Tiberi, Jefferson Cepeda, Gianmarco Garofoli y Mads Pedersen.
Pero todos acabaron siendo atrapados por un pequeño pelotón que al final fue encogiéndose hasta que se quedaron los dos ciclistas más fuertes de la 80ª edición de la Vuelta.
El desafío de Almeida en la Vuelta
En la general, Vingegaard supera a Almeida por 46 segundos de ventaja y a Tom Pidcock en 2 minutos y 18 segundos.
«Tengo que recuperar tiempo de cara a Vingegaard, está siendo increíble. Va a ser una tarea difícil, pero nunca nos rendimos», dijo Almeida, mientras que el danés subrayó que tiene que centrarse en el portugués para llevarse la victoria final en Madrid, donde terminará la Vuelta.
Por otro lado, las protestas propalestinas volvieron a irrumpir en esta jornada. A 12 kilómetros de la meta, varios manifestantes con banderas de Palestina interrumpieron a los corredores que iban en cabeza.
Los manifestantes volvieron a mostrar su descontento por la presencia del Israel Premier Tech en la competición.
Competencia afectada
El parón, que duró unos segundos hasta que las fuerzas de seguridad retiraron a las personas implicadas, afectó el progreso de los escapados, Cepeda, Jungels y Vinokourov, que sacaban en ese momento una diferencia de tres minutos al pelotón.
Antes, el Gobierno del Principado instó a la formación Israel-Premier Tech a abandonar la prueba en un mensaje colgado en su red social X.
«El Principado rebaja su participación como señal de rechazo: ni el presidente ni ningún miembro del Consejo de Gobierno asistirá a las etapas asturianas de la competición», señaló.
La etapa de sábado será corta con un recorrido de 135,9 km entre Avilés y La Farrapona, que contará con dos puertos de primera categoría, ideal también para los escaladores.
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