Redacción. La Secretaría de Seguridad confirmó este miércoles que las alertas sobre posibles atentados, como las que provocaron la reciente advertencia de la Embajada de Estados Unidos en Tegucigalpa, se originaron desde un número telefónico registrado a nombre de una persona fallecida.
En el comunicado se detalla que la Dirección de Inteligencia Policial (DIPOL) ha recibido mensajes de alerta desde principios de año. No obstante, en los últimos días se identificó que un número telefónico vinculado a una persona ya muerta habría enviado advertencias a la delegación diplomática estadounidense sobre amenazas de tiroteos para el 6 y 16 de mayo.
Las autoridades policiales revelaron que desde ese mismo teléfono se habrían enviado coordenadas directamente a la embajada, advirtiendo sobre el uso de explosivos en puntos estratégicos de la capital, entre ellos el Centro Cívico Gubernamental y un centro educativo cristiano bilingüe.
Aunque estos informes no fueron confirmados como amenazas reales, se activaron protocolos preventivos. «Estos hallazgos no se hicieron públicos, pero se activaron de forma inmediata acciones operativas», señala el documento.
«Buscan afectar la gobernabilidad»
La Policía Nacional considera que las alertas, de origen anónimo, podrían estar orientadas a generar caos y desestabilización política. «Buscan afectar la gobernabilidad», señalaron las autoridades en el comunicado oficial.
El secretario de Seguridad, Gustavo Sánchez Velásquez, y el director de la Policía Nacional, Juan Manuel Aguilar, han mantenido comunicación directa con autoridades diplomáticas estadounidenses para intercambiar información y coordinar una respuesta conjunta.
Mientras se investiga el número telefónico utilizado y su posible suplantación, las autoridades han intensificado las indagaciones. Paralelamente, se ha reforzado la vigilancia en zonas clave de la capital, como el colegio Elliot Dover Christian School y el Centro Cívico Gubernamental.
Le puede interesar: Secretaría de Seguridad descarta incidentes armados tras alerta de Embajada de EE. UU.
Las autoridades instaron a la ciudadanía a mantener la calma y a reportar cualquier información sospechosa. El uso del número de una persona fallecida para emitir amenazas levanta serias preocupaciones sobre ciberseguridad y manipulación de datos personales.