SAN PEDRO SULA. La alcaldesa de Dolores, Copán, Carmen Idalmí Ramos Pérez, herida de bala tras un atentado criminal, se encuentra fuera de peligro, manifestaron las autoridades del occidente de Honduras.
Diario TIEMPO conversó con un vocero de la Policía Nacional de Santa Rosa de Copán, quien manifestó que hay dos hipótesis en el caso de la alcaldesa herida, una de ellas es que se trataría por cuestiones relacionas a la política, pero la más fuerte es por supuestas enemistades personales o de venganza.
La Policía aún no confirma el móvil, pero se dijo que hay un equipo de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) trabajando en el caso.
TIEMPO conoció que en el vehículo tipo pick up en el que se conducía Ramos Pérez, iba también su nuevo esposo, puesto que su expareja fue asesinada en el año 2015, cuyo nombre respondía al nombre de Satiago Mejía Díaz, quien ejercía el puesto de alcalde en ese entonces.
Según información proporcionada hasta ahora, la alcaldesa y su acompañante escucharon una ráfaga de disparos, por lo que el conductor aceleró el automóvil y entre la lluvia de balas, salió herida de un brazo la funcionaria pública.
EL CARRO RECIBIÓ UNOS 20 DISPAROS
Se supo que tras el atentado en 2015, a Ramos Pérez se le otorgó resguardo policial, sin embargo, recientemente ella se quitó la seguridad y fue hasta hace poco que le quisieron quitar la vida o al menos estuvieron cerca, pues el vehículo recibió al menos 20 disparos, considerando esto, está viva prácticamente de milagro.
De momento, se informó que la alcaldesa militante del Partido Nacional, se encuentra estable de salud, al parecer, su casa está totalmente custodiada por miembros del Ejército, más no de la Policía Nacional.
Es importante recordar que la fémina sufrió el atentado en la tarde del pasado sábado en las cercanías de la aldea Vega Redonda, jurisdicción de ese mismo municipio.
Testigos relataron que al menos seis desconocidos, cuyos rostros estaban cubiertos, dispararon contra el vehículo en que Ramos se trasladaba. Herida, fue trasladada por familiares a un centro asistencial de Santa Rosa de Copán, donde estaba siendo atendida y custodiada por agentes del orden público.
LA ALCALDESA SOBREVIVE TRAS DOS ATENTADOS
El alcalde de Dolores en la actualidad es Oswaldo Galdámez. Quien asumió la alcaldía de Dolores después del asesinato de Santiago Mejía Díaz, esposo de la alcaldesa recién electa.
Santiago Mejia Diaz fue ultimado en diciembre de 2015. Ella iba junto a él en un vehículo de la Municipalidad, cuando fue atacado. Producto de ese
ataque resultó herida en un brazo.
Galdámez entregará el poder en unas dos semanas a Carmen Idalmi Ramos. Se informó que no la perforó ninguna bala, sin embargo, resultó lastimada por las esquirlas.
ASESINO DEL ALCALDE FUE CAPTURADO DOS AÑOS DESPUÉS
En septiembre del 2017, las autoridades policiales dieron captura al responsable del asesinato del alcalde del municipio de Dolores, departamento de Copán, zona occidental de Honduras.
El detenido fue identificado con el nombre de Abel Campos Ardón por el delito de homicidio en perjuicio de Santiago Mejía. Dicho hecho tuvo lugar en el año 2015 y se supo que fue ejecutado frente a su esposa. Miembros de la Policía Nacional de Honduras lo trasladaron hacia la posta policial cercana. Allí fue procesado y ahora guarda prisión en el Penal de Santa Rosa de Copán.
Vistiendo una camisa rayada de color azul, blanco y anaranjado, y esposado de sus manos, fue interrogados por las autoridades.
NO SE SABE SI LOS DOS ATENTADOS TIENEN RELACIÓN DIRECTA
Mejía se dirigía a una reunión en Santa Rosa con sus homólogos de Copán cuando fue asesinado. Según la versión que se manejó en ese momento, el alcalde le dio “jalón” a una persona desconocida. Este mismo pasajero fue quien aprovechó que transitaban por una zona completamente solitaria para dispararle.
Instintivamente, el alcalde desvió el trayecto y el vehículo cayó en una hondonada. El hecho se registró a eso de las 10:30 a.m. Según reportó Medicina Forense, el cuerpo de Mejía presentaba dos perforaciones de bala. Es decir, una en el cuello y otra en el rostro. Mismas que le habrían quitado la vida de inmediato.
