Redacción. Dirigentes municipales del Litoral Atlántico se reunieron este miércoles para abordar temas relacionados a la conservación de ecosistemas costeros.
En la reunión también participaron autoridades gubernamentales y una comitiva de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).
Este taller se desarrolló con una primera jornada de diálogo entre los actores técnicos de las municipalidades de La Ceiba, Esparta, El Porvenir, Arizona, San Francisco, Tela, Puerto Cortés, Guanaja, Útila, Roatán, Trujillo, Santa Fe y Balfate.
El encuentro tuvo como finalidad analizar los diversos problemas que afectan los ecosistemas marinos costeros. Asimismo, sus amenazas y potenciales impactos económicos y sociales, lo que supone un desafío para la gestión pública local y debe orientar la planificación a largo plazo.
Edgardo Ramírez, alcalde del Municipio de Esparta, Atlántida, destacó la importancia de cuidar los ecosistemas de las costas hondureñas.
“Tenemos que seguir conservando los ecosistemas marinos costeros que son fuente de vida y alimento para cada uno de nuestros pobladores que habitan en la zona y para el resto del país”, señaló.
Agregó que el municipio que él dirige necesita de los mecanismos para cuidar la naturaleza, por la gran diversidad costera en peligro que hay en la zona.
“Esperamos el apoyo de las diferentes representaciones de protección presentes, para hacer frente a flagelos que afectan a nuestros sistemas», agregó.
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Temas
Entre los puntos más importantes que se trataron en la junta, figuran los temas de presupuesto para tratar de recuperar zonas afectadas por la contaminación y el cambio climático.
Además, buscan imponer medidas de mitigación que priven a los ciudadanos que hacen uso de los recursos para sus familias, de hacerlo con racionamiento.
Las áreas protegidas marino-costeras de Honduras se caracterizan por tener ecosistemas como bosques de mangle, bosques inundables, pantanos, arrecifes de coral, lagunas de agua salobre, estuarios y bancos de arena. También, playas de arena blanca, playas rocosas, farallones, pastos marinos, rocas coralinas y pantanos.
Sin embargo, el cambio climático y la destrucción de la biodiversidad ponen en peligro la conservación de dichos ecosistemas. Se espera que las medidas ayuden a mitigar el daño en las zonas dañadas.